miércoles, 9 de enero de 2013

“El que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes”


EL MISMO HIJO DEL HOMBRE NO VINO PARA SER SERVIDO, SINO PARA SERVIR

Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir.En el Evangelio de San Marcos son Juan y Santiago los que hacen la petición a Jesús, en cambio en el Evangelio de San Mateo es su madre. Ambas divergencias se compaginan bien, porque ellos lo piden por su madre, como recurso más discreto y hábil, o posiblemente se debe a las fuentes. En el fondo de la petición posiblemente hubiese razones de posible parentesco, (Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena Jn 19:25),Esta fuerza de parentesco, era de costumbres en esos tiempos.
Ellos le dijeron a Jesús, cuando estés en tu gloria. En San Mateo se pide que se sienten junto a El en tu reino. Parecería que se tratase de la fase celeste. Sin embargo, en el medio ambiente se esperaba que el reinado del Mesías precediese aquí a la fase final del reino de Dios. Esto es lo que piden, (“Los que estaban reunidos le preguntaron: Señor, ¿es en este momento cuando vas a restablecer el Reino de Israel?”(Hech1:6). Sin embargo, parece aludir a la parusía, (“cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles” Mc 8:38), aunque es discutible a qué aluden estos textos. La frase no es ajena a la teología de San Marcos. Jesús les pone su ejemplo de servidor que vino a dar la vida en redención por muchos; Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud”.
Jesús censura la ambición de esta pretensión; Jesús les dijo: “No saben lo que piden¿Pueden beber el cáliz que Yo beberé y recibir el bautismo que Yo recibiré?”y luego se daría por buena, al excusarla con la predestinación del Padre. “En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlos, sino que esos puestos son para quienes han sido destinados”.
La ambición que reflejan aquí los dos apóstoles está en la misma línea de incomprensión de un Mesías doliente y de su reino espiritual. Para ellos se pide los dos primeros puestos en su reino. Se lo concibe como terreno. La petición no miraba sólo a los puestos de honor, sino también a los de ejercicio y poder. Estos dos puestos correlativos de su derecha e izquierda eran los dos primeros puestos de una serie. Santiago y Juan, son primo de Jesús y quieren hacer prevalecer este parentesco.
  1. 2.    ¿PUEDEN BEBER EL CÁLIZ QUE YO BEBERÉ?
En la respuesta de Jesús les corrige el enfoque de su concepción terrena del reino. Este es de dolor, entonces Jesús les pregunta; ¿Pueden beber el cáliz que Yo beberé y recibir el bautismo que Yo recibiré?, entonces nos preguntamos ¿Podrán ellos beber el cáliz que a Él le aguarda de su pasión?, la pregunta es un contexto lógico, para precisarles bien la naturaleza del reino. El martirio — testimonio — estaba bien experimentado en la Iglesia a esta hora.
En la literatura judía se presenta frecuentemente el cáliz como imagen de alegría y fortuna, derivando acaso su uso de los festines, pero luego, por influjo de la copa de la venganza divina, que usaron los profetas, vino a significar también, y preferentemente, el sufrimiento y la desgracia El mismo sentido tiene en la literatura rabínica. El cáliz que Jesús bebería era el de su pasión y muerte.
A la pregunta que les hace Jesús si estarían dispuestos a beber este cálizy a sumergirse, como El en este dolor, “Podemos”, le respondieron. No era una respuesta de fácil inconsciencia. Y Jesús les confirma, con vaticinio, este martirio de dolor. De hecho, Santiago el Mayor sufrió el martirio sobre el año 44, por orden de Agripa; (“Hizo morir por la espada a Santiago, el hermano de Juan”-Hech 12:2), siendo decapitado. Juan murió en edad muy avanzada de muerte natural; (“Corrió, pues, entre los hermanos la voz de que este discípulo no moriría”. Jn 21:23) Pero, antes de ser desterrado a la isla de Patmos, sufrió el martirio, pues fue sumergido en una caldera de aceite hirviendo, de la que Dios le libró milagrosamente.
Quedaba con ello corregido el erróneo enfoque sobre la naturaleza de su reino. Y les aprobaba su coraje cristiano, cuyo ímpetu se refleja en otras ocasiones. Pero había en esta petición un plan más profundo del Padre que no competía a Jesús el cambiarlo; había en todo ello una predestinación:esos puestos son para quienes han sido destinados” y Dios dispone libremente de sus dones: de la donación gratuita de su reino y de los puestos del mismo.
  1. 3.    LOS OTROS DIEZ, QUE HABÍAN OÍDO A SANTIAGO Y A JUAN, SE INDIGNARON CONTRA ELLOS
Los otros diez, que habían oído a Santiago y a Juan, se indignaron contra ellos” por esta pretensión y proposición. Al ver aquella disputa, Jesús los llamó. Y va a restablecer la armonía con una gran lección de humildad, dada especialmente para los que van a tener puestos jerárquicos, para ellos, que son apóstoles y se sentarán en tronos en su reino -Lc 22:30-. Les va a dar una lección por capítulo doble, primero con la verdadera doctrina del mando, y luego con su mismo ejemplo. Es así como Jesús les dice; “Ustedes saben que aquéllos a quienes se considera gobernantes, dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad.

En el mundo, los que gobiernan las naciones fácilmente abusan de su poder, y, en lugar de ser en servicio benéfico del bien común, lo es en provecho propio, y así oprimen a los pueblos. Los apóstoles comprendieron y asumieron como misión el hecho político y social desigual de su época. Eran galileos y habían oído hablar de los abusos de Herodes el Grande, de Arquelao y Antipas, lo mismo que de los abusos de algunos de los procuradores romanos. Y Jesús les pide a sus amigos; Entre ustedes no debe suceder así... En efecto, sucede de hecho, ya que no es ésa la misión del poder entre gobernantes de pueblos, no ha de ser así entre los que son apóstoles y se sentarán en tronos del reino para juzgar a las doce tribus de Israel.
  1. 4.    EL QUE QUIERA SER GRANDE QUE SE HAGA SERVIDOR DE USTEDES
Jesús luego les dice, Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todosPorque que éstos no son para honor ni provecho propio, sino para ministerio, servicio y provecho directo del bien común. No siendo para provecho propio, en lugar de tener esos sentimientos de ambición, si alguno pensase en ello, que piense que ha de tener sentimientos, en este orden, de servidor y de servidor de todos. Pues ha de tener los sentimientos de servicio. Deberá ser servidor de todos. Así enfocados, los puestos jerárquicos y de mando cobran su auténtica proyección y excluyen automáticamente las apetencias en el Reino terreno. Pues nadie tiene apetencia por egoísmo de ser servidor de todos.
Y luego de la doctrina, pone el gran ejemplo de su vida, que es el Rey-Mesías.“Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud”. No vino a ser servido. Sus sufrimientos, su pobreza, las intrigas armadas contra El, la perspectiva de su pasión y muerte, hacían ver bien que no vino a ser servido, sino a servir; al contrario, vino a dar su vida en rescate por una multitud. Esta enseñanza de Jesús,  responde a la idea de la liberación por rescate, una liberación mediante un sacrificio, es decir dar su vida por salvar a los hombres.
  1. 5.    UNA GRAN LECCIÓN DE HUMILDAD
Hay que saber beber a tiempo el cáliz amargo de la Pasión, las contradicciones, las penas, las amarguras, las tristezas y enfermedades, las persecuciones y las malas interpretaciones, pero todo esto nos ayudará a purificar nuestros corazones y lo preparará la gloria de la resurrección y luego, para la alegría del triunfo en unión con Jesús, nuestro Señor.
Jesús nos da en este fragmento del Evangelio una gran lección de humildad, algo que para nosotros es necesario comprender, nos llega a nuestro amor propio, o por que sufrimos si otros nos aventajan, o porque queremos ser los primeros en todas partes, sobresaliendo en todo y sin importar si estamos relegando a los demás. El tratar de ser primeros, sin importar como y a costa de quien, no esta conforme al espíritu cristiano. Jesús no enseño a ser humildes por amor a El.
El que tiene que sobresalir siempre, es Jesús y nosotros no ser notado.

El Señor les Bendiga

XXIX  Domingo Ciclo B

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