miércoles, 29 de mayo de 2013

Bautista (Camila) Varano, Santa


Abadesa, 31 de mayo
 
Bautista (Camila) Varano, Santa
Bautista (Camila) Varano, Santa

Abadesa

Martirologio Romano: En Camerino, del Piceno, en Italia, santa Bautista (Camila) Varano, abadesa del monasterio de clarisas fundado por su mismo padre, donde experimentó grandes tribulaciones, pero también consolaciones místicas. ( 1524)

Fecha de canonización: 17 de octubre de 2010, durante el pontificado de S.S. Benedicto XVI

Una excelente escritora. Nació en Camerino, en la marcha de Ancona, el 9 de abril de 1458, y murió el 31 de Mayo de 1524. Su padre Julio Cesar Varano o de Varanis, duque de Camerino. Perteneció a una ilustre familia, su madre, Joanna Malatesta, era hermana de Sigismund, Príncipe de Riminni.

En el bautizo Bautista recibió el nombre de Camilla.

De los primero diez y últimos veintitrés años de su vida poco o nada se sabe; nuestros conocimientos acerca de los años que se le conoce, es por sus propias escrituras realizadas. Esta revelación acerca de ella misma fue conocida por las influencias de su confesor, Pedro de Mogliano, proveniente de los Franciscanos en la marca (1940). Parece tener la elocuencia de Mogliano, lo que logro realizar la conversión de Bautista, quien por un tiempo parecía estar atrapada por el glamour del mundo. Su padre hizo todo lo que estaba a su alcance para forzar a su hija a tener un gran matrimonio, hasta incluso la extensión de encarcelarla. Pero Bautista no cedió a sus planes, así que firmemente, luego de dos años y medio su padre le devolvió la libertad, por miedo como dijo, a verse reflejado en la venganza de su hija, finalmente la dejo convertirse en monja.

El 14 de noviembre de 1481, Bautista ingreso al monasterio de las pobres claras de Urbino. No mucho tiempo después, su padre encontró un nuevo monasterio de la orden de Camerino, y se lo presento a su hija, quien entró y estuvo en observación de las reglas, y desde entonces su vigorosa y su impresionante personalidad encontró un alcance no sólo en la administración del monasterio, en el cual ella se convirtió en la primera Abadesa, pero también en la producción de varias obras literarias, estas incluyen: "Recordationes et instructiones spirituales novem" que lo escribió alrededor de 1491; "Opus de doloribus mentalibus D.N.J.C." escrito entre 1488-1491 y fue recién publicada en Macerata en 1624. Estos trabajos han sido editados por Bolandistas en conexión con algunas de las escrituras de Bautista.

Todas las escrituras de Bautista son remarcables por la originalidad del pensamiento, llamativa espiritualidad, y su ilustrado lenguaje. Tanto como San Felipe Neri y San Alfonso tiene un admirable recuerdo por esta bendita mujer quien escribió con igual facilidad en italiano y latín, y quien fue considerada una de las mas brillantes alumnas de su días. Bautista murió en la fecha del Corpus Christi (31 de mayo de 1524), y fue enterrada en el coro de su monasterio. Treinta años después el cuerpo fue exhumado y encontrado en un estado perfecto de preservación, luego fue vuelto a enterrar para volver a ser exhumado en 1593. La carne fue reducida a polvo, pero la lengua se mantuvo bien fresca y roja.

Los inmemorables cultos de Bautista fueron aprobados por Gregorio XVI en 1843 y luego el 19 diciembre de 2005 el Papa Benedicto XVI reconoció sus virtudes heróicas.


Santa Bautista Varano, abadesa
fecha: 31 de mayo
n.: 1458 - †: 1524 - país: Italia
otras formas del nombre: Varani
canonización: Conf. Culto: Gregorio XVI 7 abr 1843 - C: Benedicto XVI 17 oct 2010
hagiografía: «Franciscanos para cada día» Fr. G. Ferrini O.F.M.
En Camerino, en el Piceno, santa Bautista (Camila) Varano, abadesa del monasterio de Clarisas fundado por su mismo padre, donde experimentó grandes tribulaciones y también místicas consolaciones.
refieren a este santo: Beato Pedro Corradini de Mogliano

Podemos imaginarnos las fiestas que saludaron en Camerino, alta y luminosa en la gran cresta de los Apeninos, a la primogénita del señor de la ciudad el 9 de abril de 1458, a la cual se le puso el nombre de Camila. Su padre, Julio César Varano, y su madre, Juana, de la familia Malatesta, soñaban para ella un matrimonio espléndido, con algún gran señor de una ciudad vecina, o un Montefeltro, o un Vitelleschi, o un Sinibaldi, tanto más cuanto que Camila crecía con muy buen aspecto y de inteligencia despierta.

«Todo el tiempo, escribiría después, lo pasaba en serenatas, bailes, paseos, en vanidades y en otras cosas juveniles y mundanas que de éstas se siguen». Pero en la vida de la joven, bella y culta Camila Varano, princesa de Camerino, había un pequeño secreto que solamente ella conocía. Pidió a su padre permiso para entrar no en un palacio señorial, sino en un pobrísimo convento donde se seguía la dura regla de Santa Clara. Después de una prolongada y obstinada resistencia, Julio César Varano debió plegarse a la firme decisión de su hija. Con la muerte en el corazón permitió que su Camila entrara en Urbino, no como princesa esposa de un príncipe, sino con los pies descalzos, para encerrarse en un convento de clarisas, donde tomó el nombre de Sor Bautista.

Su padre, para calmar su orgullo herido, no pudo hacer otra cosa que restaurar y ampliar, en Camerino, el monasterio de Santa María Nuova, y tener así más cerca a su hija, en adelante para siempre esposa de Jesús. Entre los secretos muros de aquel monasterio Sor Bautista Varano tuvo visiones y revelaciones, que su padre espiritual le obligó a escribir. Así nacieron en la intimidad de la celda, aquellas obras que debían hacerse famosas en la literatura mística del siglo XVI: «Los dolores mentales de Jesús», «La vida espiritual», «Las consideraciones sobre la pasión», «El tratado de la pureza del corazón», las «Oraciones» y las «Poesías».

Mientras la clarisa llevaba su propia vida en la contemplación, César Borgia asaltaba la ciudad de Camerino, asesinando despiadadamente a Julio César Varano y a sus dos hijos. Sor Bautista tuvo para ellos lágrimas secretas, orando desde lejos, pero perdonando al asesino. Su máxima era : «Hacer el bien y sufrir el mal», y sufrirlo no solos, sino con Jesús en la cruz. Murió en Camerino el 31 de mayo de 1524 a la edad de 66 años. Gregorio XVI el 7 de abril 1843 aprobó su culto.

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