miércoles, 8 de mayo de 2013

Bonifacio IV Papa, Santo


LXVII Papa, Mayo 8
 
Bonifacio IV, Santo
Bonifacio IV, Santo

LXVII Papa

Martirologio Romano: En Roma, junto a la basílica de San Pedro, san Bonifacio IV, papa, que obtuvo del emperador Focas el templo del Panteón, el cual transformó en iglesia dedicada a la santísima Virgen y a todos los mártires, y fomentó mucho la disciplina monástica (615).

Etimológicamente: Bonifacio = Aquel que hace el bien, es de origen latino.
Hijo de Juan, un médico, marso de la provincia y ciudad de Valeria; sucedió a Bonifacio III tras un paréntesis de unos nueve meses; consagrado el 25 de Agosto de 608; murió el 8 de Mayo de 615; (otras fuentes indican que fue consagrado el 15 de Septiembre de 608 y murió el 25 de Mayo de 615).

En tiempos del Papa San Gregorio Magno fue diácono de la Iglesia romana y tuvo el cargo de dispensator, esto es, el primer funcionario en lo relativo a la administración de los patrimonios.

Bonifacio obtuvo el permiso del emperador Focas para convertir el Panteón en una iglesia cristiana, y el 13 de Mayo de 609 el templo erigido por Agripa a Júpiter Vengador, a Venus, y a Marte fue consagrado por el Papa a la Virgen María y a todos los mártires.(De ahí el título de Santa María Rotunda).

Fue el primer ejemplo en Roma de transformación de un templo pagano en lugar cristiano de culto. Se dice que veintiocho carretas de huesos sagrados fueron sacadas de las Catacumbas y colocadas en un recipiente de pórfido bajo el altar mayor.

Durante el pontificado de Bonifacio, Melitón, el primer obispo de Londres, fue a Roma "a consultar al Papa sobre cuestiones importantes relativas a la recientemente establecida Iglesia de Inglaterra". Mientras estaba en Roma asistió a un concilio que se estaba celebrando entonces referente a ciertas cuestiones de "la vida y paz monástica de los monjes", y, a su partida, se llevó consigo los decretos del concilio junto con cartas del Papa a Lorenzo, arzobispo de Canterbury, y a todo el clero, al rey Etelberto, y a todo el pueblo inglés "referentes a lo que tenía que observarse por la Iglesia de Inglaterra". Los decretos del concilio hoy existentes son espurios.

Entre 612 y 615, San Columbano, que entonces vivía en Bobbio, Italia, fue persuadido por Agilulfo, rey de los Lombardos, para que dirigiera a Bonifacio IV una carta sobre la condena de los "Tres Capítulos" que es notable a la vez por sus expresiones de exagerada deferencia y su tono de aspereza excesiva.

En ella dice al Papa que está acusado de herejía (por aceptar el Quinto Concilio, esto es, el de Constantinopla, 553), y le exhorta a convocar un concilio y demostrar su ortodoxia. Pero la carta del impetuoso celta, que no captó la importancia del problema teológico implicado en los "Tres Capítulos", parece no haber perturbado lo más mínimo su relación con la Santa Sede, y sería erróneo suponer que Columbano se consideraba a sí mismo como independiente de la autoridad papal.

Durante el pontificado de Bonifacio hubo mucha aflicción en Roma debido al hambre, la peste, y las inundaciones. El pontífice murió en retiro monástico (había convertido su propia casa en un monasterio) y fue enterrado en el pórtico de San Pedro. Sus restos fueron trasladados tres veces-en el Siglo X u XI, a fines del Siglo XII bajo Bonifacio VIII, y al nuevo San Pedro el 21 de Octubre de 1603.
San Bonifacio IV, papa
fecha: 8 de mayo
†: 615 - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: Mathieu-Rosay: Los Papas
En Roma, junto a la basílica de San Pedro, san Bonifacio IV, papa, que obtuvo del emperador Focas el templo del Panteón, el cual transformó en iglesia dedicada a la Santísima Virgen y a todos los mártires, y fomentó mucho la disciplina monástica.
refieren a este santo: San Columbano de Luxeuil y de Bobbio

El 15 de agosto del 608 fue consagrado obispo de Roma un monje benedictino originario de los Abruzos. Con motivo de su elevación al solio pontificio recibió un presente importante: el emperador Focas le regaló el Panteón. Este templo de planta circular coronado por una impresionante cúpula había sido construido en el año 27 antes de Jesucristo por Agripa en honor de todos los dioses. Bonifacio decidió al punto convertirlo en iglesia y, en el año 609, consagró el edificio a «Santa María de los Mártires», en memoria de todos los que habían derramado su sangre por dar testimonio del único Dios. Se instituyó entonces la fiesta de Todos los Santos, que se comenzó a celebrar los días 13 de mayo en recuerdo de la consagración de esta basílica (aunque un par de siglos más tarde se trasladó a su fecha actual, el 1 de noviembre).

Un año después, en el 610, recibía en Roma al obispo de Londres, Mellitus, llegado para asistir a un sínodo en el que se iba a debatir la cuestión de la Iglesia en Inglaterra y la vida monástica. Tras la muerte de san Gregorio Magno, la corte imperial había recuperado toda su influencia sobre el papado, hasta el punto de que éste había ido cayendo progresivamente en lo que luego se llamaría la «cautividad de Bizancio». Y durante largo tiempo sería juguete de la política imperial.

En aquellos momentos pesaba sobre Heraclio (610-641) la amenaza simultánea de ávaros, eslavos y persas. Necesitaba más que nunca un imperio unido y su preocupación principal consistía en que las numerosas comunidades monofísitas de Siria y Egipto no le traicionaran. Se entiende, pues, que en esa coyuntura presionara al papa para que mostrara a los monofisitas la mayor comprensión posible. Y Bonifacio se comportó con tal benevolencia y espíritu conciliador que fue acusado de herejía por san Columbano. Es evidente que este prelado estuvo mal informado, puesto que el papa no se comprometió hasta ese extremo.

Los romanos, en todo caso, no fueron tan meticulosos: cuando falleció Bonifacio el 8 de mayo del 615 no dudaron en declararlo santo. fue sepultado en el pórtico de la basílica de San Pedro, pero sus restos fueron trasladados más tarde al interior.

He agregado al artículo de Mathieu-Rosay algunas precisiones provenientes del Butler, quien además señala que no parece completamente seguro que haya sido benedictino.

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