viernes, 10 de mayo de 2013

Felipe de Agira, Santo


Presbítero, Mayo 12
 
Felipe de Agira, Santo
Felipe de Agira, Santo

Presbítero

Martirologio Romano: En Agira, en Sicilia, san Felipe, presbítero, que, oriundo de Tracia, se estableció en esta ciudad (s. V).

Etimológicamente: Felipe = Aquel que es amigo de los caballos, es de origen griego.
La vida de este san ha sido escrita por un monje llamado Eusebio, que se dice compañero de Felipe, el que le nació en Tracia, región al sudeste de la península balcánica, en aquel entonces provincia romana, en los tiempos de Arcadio emperador romano de oriente, (395 -408).

Fue instruido en las disciplinas eclesiásticas y también en la lengua siríaca, a los 21 años recibió el diaconado y luego llegó a Italia junto al monje Eusebio, quien le sirvió de intérprete en Roma. Después de haber sido ordenado sacerdote, recibió el encargo de evangelizar la Sicilia centro-occidental, dónde los habitantes, aterrorizados por la actividad eruptiva del Etna, seguían viendo en el volcán una manifestación del demonio, cuando llegó a la isla se estableció en Agira, provincia de Enna, siempre con la compañía del monje Eusebio.

Desarrolló con fervor apostólico su ministerio sacerdotal entre las poblaciones sicilianas, volviéndose célebre por los numerosos milagros que obró, especialmente por liberar a posesos de los demonios que los atormentaban.

Murió un 12 mayo del siglo V, el año exacto no es conocido pero está entre el 453 y el 457, tenía 63 años.

Sobre el lugar de su sepulcro, fue edificada una iglesia y posteriormente un monasterio, alrededor de los que el antiguo ´Agyrium´ resurgió con el nombre de S. Felipe de Agira, nombre conservado hasta el 1939, (actualmente se llama tan sólo Agira); una reconocimiento de las reliquias fue hecho el 21 de julio1625.

Numerosas son las procesiones y las manifestaciones de devoción que se desarrollan en aquella parte de Sicilia, dónde es más fuerte el culto a san Felipe; como el ofrecimiento de los cirios durante la procesión del 12 de mayo, hecha por los fieles que han recibido gracias.



San Felipe de Agira, presbítero
fecha: 12 de mayo
†: s. V - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: Santi e Beati
En Agira, lugar de Sicilia, san Felipe, presbítero, el cual, oriundo de Tracia, se estableció en esta ciudad.

La vida de este santo ha sido escrita por un monje de nombre Eusebio, que se dice compañero de Felipe; éste nació en Tracia, región sudoriental de la península balcánica -en ese momento provincia romana-, en tiempos del emperador romano de Oriente Arcadio (395-408). Fue instruido en las disciplinas eclesiásticas y en la lengua siríaca, a los 21 años recibió el diaconado, y después llegó a Italia junto con Eusebio, que en Roma le hizo de intérprete.

Después de haber sido ordenado presbítero, recibió el encargo de evangelizar la Sicilia centrooccidental, donde los habitantes, aterrorizados por la actividad eruptiva del Etna, continuaban viendo en el volcán una manifestación del demonio; entonces se estableció en la isla, en la provincia de Enna, siempre en compañía del fiel monje Eusebio. Desarrolló con fervor apostólico su ministerio sacerdotal entre la población siciliana, y se volvió célebre por los numerosos milagros que obraba, especialmente liberando a los poseídos por el demonio. Murió un 12 de mayo del siglo V, aunque no hay certeza del año, que podría estar entre el 453 y el 457; tenía 63 años.

Sobre el lugar del sepulcro se edificó una iglesia, y en seguida un monasterio, en torno al cual la antigua «Agyrum» resurgió con el nombre de San Felipe de Agira, nombre que se conservó hasta 1939 (hoy sólo Agira); un reconocimiento de sus reliquias fue hecho el 21 de julio de 1625. Son numerosas las procesiones y las manifestaciones devocionales que se realizan en esa parte de Sicilia, donde es muy fuerte el culto del santo; como el ofrecimiento de cirios durante la procesión del 12 de mayo, hecho por los fieles que han recibido de él alguna gracia. En el arte se lo representa con vestimentas litúrgicas, a veces latinas y a veces de rito bizantino, en el momento de estar echando al demonio de algún poseso.
 

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