viernes, 3 de mayo de 2013

Gotardo de Hildesheim, Santo


Obispo, Mayo 5
 
Gotardo de Hildesheim, Santo
Gotardo de Hildesheim, Santo
Había nacido Gotardo -o Godofredo- en Baviera, en Reichersdorf, en el año 960. No disponemos de datos que se refieran a su niñez. Se le conoce ya con datos fiables cuando en el 990 era monje benedictino en Nieder Altaich y, más tarde, abad electo de la abadía de Altaich, cerca del lugar donde nació.

Fue elegido abad de este monasterio en el que devolvió toda la pureza original a la regla de San Benito, un tanto relajada en muchas comunidades, por lo que después se le confió la reforma de otros monasterios.

Terminó sucediendo a san Bernardo de Hildesheim en su diócesis, muy lejos ya de su Baviera natal.
Tiene muchos devotos en Austria y Prusia, y se le invoca contra la gota y el reumatismo, pero ha pasado a la historia sobre todo como un gran obispo constructor de iglesias y asilos para pobres.

Hildesheim es ciudad del noroeste de Alemania, en la Baja Sajonia, al pie del macizo montañoso del Harz, cerca de Hannover. Hoy es un gran centro industrial y de comunicaciones; en el siglo XIII era una ciudad libre del Sacro Imperio Romano Germánico y antes, en el siglo XI, san Bernardo la convirtió en un centro importante de del arte románico. Ya era obispado desde el comienzo del siglo IX. Traemos a la memoria a Hildesheim porque Gotardo fue su Obispo.

Recorrió diversos monasterios de las regiones del Rhin, introduciendo la disciplina que devolvía toda su pureza original a la regla de san Benito, un tanto relajada en muchas comunidades, y con justicia puede ser considerado como uno de los reformadores más conspicuos de su época.


También bajo otro aspecto se estudia su personalidad. Es uno de los animadores de la cultura del siglo XI. Su obra de constructor sacro fue posible por la confluencia de entusiasmos de otro gran hombre contemporáneo suyo, Enrique II (973-1024), rey germano, coronado por el papa Benedicto VIII como emperador del Sacro Imperio Romano (1002), último de los gobernantes sajones, nacido en Abbach, también en Baviera, que fue un rey peleón -guerra contra Boleslao para recuperar Bohemia del 1004 al 1018; invadió Italia y fue proclamado rey de los lombardos; y en 1021 una tercera campaña militar en el sur de Italia, contra los bizantinos, para someter Capua y Salerno-.

Fue la unión de los esfuerzos de un emperador artista procurando la construcción de catedrales del románico y un hombre santo canonizado en 1146 famoso por su piedad y por contribuir a la reforma eclesiástica.

Conocida la persona del reformador entusiasta de las obras sacras, el emperador Enrique II confió a Gotardo la reforma de otros cenobios, como las abadías de Hersfeld y Tergensee, y desde que en el 1022 sucedió a san Bernardo en su diócesis, también fue su epígono en la continuación de los proyectos artísticos bernardinos, llegando a terminar la catedral y la iglesia de San Miguel de Hildesheim.

Su labor pastoral no quedó agotada en las piedras por mucho arte que pudiera sacarse de ellas. Se esforzó igualmente en arbitrar medios que facilitaran la enseñanza de la juventud, proporcionó al pueblo sencillo escuelas y hospitales, y fundó asilos para pobres. Quizá sea por este trato directo con la enfermedad que intentaba aliviar en los dolientes, por lo que se le acostumbra a invocar entre sus muchos devotos en Austria y Prusia contra la gota y los reumatismos. De todos modos, ha pasado a la historia sobre todo como un gran obispo constructor.

Murió en el 1038.
 
    
San Gotardo de Hildesheim, abad y obispo
fecha: 5 de mayo
fecha en el calendario anterior: 4 de mayo
n.: 960 - †: 1038 - país: Alemania
otras formas del nombre: Godehard, Gotthard, Godofredo
canonización: C: Inocencio II 29 oct 1129
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Hildesheim, en el territorio de Sajonia, en Alemania, san Gotardo, obispo, que, primero abad del monasterio de Niederaltaich, visitó y renovó otros monasterios, y al morir san Bernardo le sucedió en la sede episcopal, donde promovió la vida cristiana de su Iglesia, restableció en el clero la disciplina regular y abrió diversas escuelas.
patronazgo: patrono de los albañiles, protector en los partos difíciles, y contra las enfermedades de la infancia, los cálculos biliares, gota, reumatismo, también contra los rayos y el granizo.

San Gotardo nació en el pueblecito bávaro de Reichesdorf. Su padre estaba al servicio de los canónigos que vivían en la antigua abadía benedictina de Nieder-Altaich. Los canónigos se encargaron de la educación del niño. Gotardo dio muestras de un ingenio tan precoz, que llamó la atención de los obispos de Passau y Regensburg y se ganó el favor del arzobispo Federico de Salzburgo. Este último le llevó consigo a Roma y le nombró superior de los canónigos, a los diecinueve años. Gracias a los esfuerzos de los tres prelados, se restableció la regla benedictina en Nieder-Altaich, en 990. Gotardo, que ya entonces era sacerdote, tomó el hábito monacal junto con otros canónigos. Cuando fue elegido abad, san Enrique, que era entonces duque de Baviera y tenía en gran estima a Gotardo, acudió a su consagración. La emperatriz Cunegunda tejió para el santo un cíngulo que se conservó mucho tiempo como reliquia. El éxito con que Gotardo gobernó su abadía, hizo que san Enrique le mandase a reformar los monasterios de Tegernsee, en el Freising, Herfeld, en Turingia y Kremsmünster, en Passau. El santo desempeñó con gran acierto el cargo, sin abandonar la dirección de Nieder-Altaich, en donde dejaba a un vicesuperior cuando estaba ausente.

En veinticinco años, San Gotardo formó nueve abades de diversos monasterios. Dios le llamó entonces a una vida muy diferente. San Bernwaldo, obispo de Hildesheim, murió el año 1022. Al punto decidió san Enrique nombrar a Gotardo para sucederle. En vano alegó el abad su avanzada edad y su falta de cualidades; al fin tuvo que plegarse a los deseos del monarca, a quien apoyaba todo el clero de la región. Aunque tenía ya sesenta años, emprendió las labores episcopales con el empuje y la energía de un joven. Construyó y restauró varias iglesias; fomentó mucho la educación, particularmente en la escuela catedralicia; estableció tal disciplina en su capítulo, que parecía un monasterio; finalmente, en un terreno pantanoso que obtuvo de las autoridades, en las afueras de Hildesheim, construyó un hospital para los pobres y enfermos. San Gotardo tenía particular predilección por los pobres; en cambio veía con muy malos ojos a los vagabundos profesionales, a los que llamaba «los peripatéticos» y no les permitía hospedarse por más de dos o tres días en el hospital. El santo obispo murió en 1038 y fue canonizado en 1131. Los autores están generalmente de acuerdo en que el célebre Paso de San Gotardo tomó su nombre de una capilla que los duques de Baviera construyeron en la cumbre, en honor del gran prelado de Hildesheim.

Existe una biografía muy completa y digna de crédito, escrita por Wolfher, fiel discípulo de san Gotardo. En realidad, dicho autor escribió dos biografías: una antes de la muerte del santo y otra unos treinta años después. Las dos pueden leerse en Pertz, Monumenta Germaniae Historica, Scriptores, vol. XI, pp. 167-218. También ha llegado hasta nosotros una parte de la correspondencia de san Gotardo (Monumenta Germaniae Historica, Epistolae Selectae, vol. III, pp. 59-70 y 105-110). San Gotardo es una de las figuras más importantes del tercer volumen de la Kirchengeschichte Deutschesland de Hauck. Citaremos, entre las biografías modernas, las de F. K. Sulzbeck (1863) y O. J. Blecher (1931). Ver también Acta Sanctorum, mayo, vol. I; y E. Tomek, Studien z. Reform d. deutsch. Kloster, vol. I (1910), pp. 23 ss.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

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