lunes, 13 de mayo de 2013

Isidro Labrador, Santo

Campesino, Mayo 15
 
Isidro Labrador, Santo
Isidro Labrador, Santo

Campesino

Cuarenta años antes de que ocurriera, había escrito Cicerón: “De una tienda o de un taller nada noble puede salir”. Unos años después, en el año primero de la era cristiana, salió de un taller de carpintero el Hijo de Dios. Las mismas manos que crearon el sol y las estrellas y dibujaron las montañas y los mares bravíos, manejaban la sierra, el formón, la garlopa, el martillo y los clavos y trabajaban la madera. Desde entonces, ni la azada ni el arado ni la faena de regar y de escardar tendrían que avergonzarse ante la pluma ni ante el manejo de los medios modernos de comunicación, ni ante las coronas de los reyes. El patrón de aquella villa recién conquistada a los musulmanes, Madrid, hoy capital de España, no es un rey, ni un cardenal, ni un rey poderoso, ni un poeta ni un sabio, ni un jurista, ni un político famoso. El patrón es un obrero humilde, vestido de paño burdo, con gregüescos sucios de barro, con capa parda de capilla, con abarcas y escarpines y con callos en las manos. Es un labrador, San Isidro. Como el Padre de Jesús, cuyas palabras nos transmite San Juan en el evangelio 15,1: “Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador”.

SE POSTRARON LOS REYES

Ante su se-pulcro se postraron los reyes, los arquitectos le construyeron templos y los poetas le dedicaron sus versos. Lope de Vega, Calderón de la Barca, Burguillos, Espinel, Guillén de Castro, honraron a este trabajador madrileño. El historiador Gregorio de Argaiz le dedicó un gran libro: "La soledad y el campo, laureados por San Isidro". Fue su misión, laurear el campo, frío, duro, ingrato, calcinado por los soles del verano y estremecido por los hielos de los inviernos. El campo quedó iluminado y fecundado por su paciencia, su inocencia y su trabajo. No hizo nada extraordinario, pero fue un héroe.

Fue un héroe que cumplió el “Ora et labora” benedictino. La oración era el descanso de las rudas faenas; y las faenas eran una oración. Labrando la tierra sudaba y su alma se iluminaba; los golpes de la azada, el chirriar de la carreta y la lluvia del trigo en la era, iban acompañados por el murmullo de la plegaria de alabanza y gratitud mientras rumiaba las palabras escuchadas en la iglesia. Acariciando la cruz, aprendió a empuñar la mancera. He ahí el misterio de su vida sencilla y alegre, como el canto de la alondra, revolando sobre los mansos bueyes y el vuelo de los mirlos audaces.

TAN POBRE

Alegre y, sin embargo, tan pobre. Isidro no cultivaba su prado, ni su viña; cultivaba el campo de Juan de Vargas, ante quien cada noche se descubría para preguntarle: "Señor amo, ¿adónde hay que ir mañana?" Juan de Vargas le señalaba el plan de cada jornada: sembrar, barbechar, podar las vides, limpiar los sembrados, vendimiar, recoger la cosecha. Y al día siguiente, al alba, Isidro uncía los bueyes y marchaba hacia las colinas onduladas de Carabanchel, hacia las llanuras de Getafe, por las orillas del Manzanares o las umbrías del Jarama. Cuando pasaba cerca de la Almudena o frente a la ermita de Atocha, el corazón le latía con fuerza, su rostro se iluminaba y musitaba palabras de amor. Y las horas del tajo, sin impaciencias ni agobios, pero sin debilidades, esperando el fruto de la cosecha “Tened paciencia, hermanos, como el labrador que aguanta paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía” Santiago 5, 7. Así, todo el trabajo duro y constante, ennoblecido con las claridades de la fe, con la frente bañada por el oro del cielo, con el alma envuelta en las caricias de la madre tierra.

NO SABÍA LEER

El Cielo y la tierra eran los libros de aquel trabajador animoso que no sabía leer. La tierra, con sus brisas puras, el murmullo de sus aguas claras, el gorjeo de los pájaros, el ventalle de sus alamedas y el arrullo de sus fuentes; la tierra, fertilizada por el sudor del labrador, y bendecida por Dios, se renueva año tras año en las hojas verdes de sus árboles, en la belleza silvestre de sus flores, en los estallidos de sus primaveras, en los crepúsculos de sus tardes otoñales, con el aroma de los prados recién segados. Isidro se quedaba quieto, silencioso, extático, con los ojos llenos de lágrimas, porque en aquellas bellezas divisaba el rostro Amado. Seguro que no sabia expresar lo que sentía, pero su llanto era la exclamación del contemplativo en la acción, con la jaculatoria del poeta místico Ramón Llull: "¡Oh bondad! ¡Oh amable y adorable y munificentísima bondad!". O del mínimo y dulce Francisco de Asís, el Poverello: “Dios mío y mi todo”. “Loado seas mi Señor por todas las criaturas, por el sol, la luna y la tierra y el agua, que es casta, humilde y pura”. O también con el sublime poeta castellano como él: “¡Oh montes y espesuras - plantados por las manos del Amado - oh prado de verduras, de flores esmaltado - decid si por vosotros ha pasado!!!. “El que permanece en mí y yo en él ese da fruto abundante” Juan 15,5. Así, el día se le hacía corto y el trabajo ligero. Bajaban las sombras de las colinas. Colgaba el arado en el ubio, se envolvía en su capote y entraba en la villa, siguiendo
Isidro Labrador, Santo
Isidro Labrador, Santo
la marcha cachazuda de la pareja de bueyes.

UNA SANTA

Empezaba la vida de familia. A la puerta le esperaba su mujer con su sonrisa y su amor y su paz. María Toribia era también una santa, Santa María de la Cabeza. Un niño salía a ayudar a su padre a desuncir y conducir los bueyes al abrevadero. Era su hijo, que lo era doblemente, porque después de nacer, Isidro le libró de la muerte con la oración. Luego arregla los trastos, cuelga la aguijada, ata los animales, los llama por su nombre, los acaricia y les echa el pienso en el pesebre, pues, según la copla castellana: “Como amigo y jornalero, - pace el animal el yero, - primero que su señor; - que en casa del labrador, - quien sirve, come primero”. Hasta que llega María restregándose las manos con el delantal: "Pero ¿qué haces, Isidro, no tienes hambre? -le dice cariñosamente-. Ya en la mesa, la olla de verdura con tropiezos de vaca. Pobre cena pero sabrosa, condimentada con la conformidad y animada con la alegría, la paz y el amor. Y eso todos los días; dias incoloros pero ricos a los ojos de Dios. Sin saber cómo, Isidro se ha ido convirtiendo en santo. “Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin” Salmo 1,1. “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante” Juan 15,6

Ya su aguijada tiene la virtud de abrir manantiales en la roca, porque: “Mucho puede hacer la oración intensa del justo...Elías volvió a orar, y el cielo derramó lluvia y la tierra produjo sus frutos” Santiago 5, 17. “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis y se realizará” Juan 15, 7. Ya puede Isidro rezar con tranquilidad entre los árboles aunque le observe su amo, porque los ángeles empuñan el arado. ¡Oh arado, oh esteva, oh aguijada de San Isidro, sois inmortales como la tizona del Cid, el báculo pastoral de San Isidoro y la corona del rey San Fernando!, exclama el poeta. Con la pluma de Santa Teresa habéis subido a los altares. Así es como la villa y corte, centro de España, tiene por patrón a un labrador inculto, sin discursos, ni escritos, ni hechos memorables, sólo con una vida escondida y vulgar de un aldeano, hombre de aquella pequeña villa que se llamaba Madrid, recién reconconquistada al Islam. En 1083 Alfonso VI había entrado por la cuesta de la Vega. El contraste es instructivo y proclama el estilo de Dios cuando nos regala sus santos. “Escondiste estos secretos a los sabios, y los revelaste a las gentes sencillas”. San Isidro labrador era un simple; reconocerlo es admirar los planes de Dios.

EL DIÁCONO DE SAN ANDRÉS

Lo que sabemos de su vida se debe al diácono de San Andrés, que conoció a su paisano y sólo ocupa media docena de páginas. ¿Quién es capaz de extender más la descripción de un labriego sencillísimo que cruza por esta vida sin ninguna aventura externa y sin más complicación que la personalísima de ser santo a los ojos de Dios? Fue un hombre sencillo, su villa era pequeña. Madrid era rica en aguas y en bosques, con su docena de pequeñas parroquias, sus estrechas calles y en cuesta, su alcázar junto al río, su morería y sus murallas. Un puñado de familias cristianas, entre ellas, la de los Vargas, que era la más rica, alrededor de la parroquia de San Andrés, a cuyo servicio estaba Isidro. San Isidro nos ofrece todo un programa de vida sencilla, de honrada laboriosidad, de piedad infantil aunque madura, de caridad fraterna, ejemplo para esta sociedad compleja, y llena de mundo, de vida callejera, de codicia y de egoísmo, que lamenta hoy el zarpazo del terrorismo atroz y espera el nacimiento del nuevo Infante heredero. Ambos acontecimientos, tan dispares, laten en el corazón celeste de San Isidro, en su calidad de Patrón de Madrid que lo es, en cierto modo, de España.
San Isidro
 
San Isidro es por excelencia el patrón de los campesinos, es el santo a quienes muchos acuden para que llueva y los madrileños le tienen un especial aprecio porque es su patrón. Su nombre completo era el de Isidro de Merlo y Quintana.

La mayoría de personas que han escrito sobre la vida del santo sitúan su nacimiento a finales del siglo XI, y la fecha en que muchos se han puesto de acuerdo es en la de 1080, pero nadie ha sabido aún en que barrio nació, seguro que no lo hizo en el de Las Rozas ni tampoco en un piso de alto standing del Paseo de la Castellana porque en aquella época, no existían.

Ten en cuenta, que Madrid, por aquellos tiempos no dejaba de ser un pueblo agrícola, y que la capital hispánica, por decirlo así, era Toledo.

Las tradiciones sitúan su bautizo en la iglesia de San Andrés de la capital madrileña.

El nombre de Isidro -que no es más que una derivación de Isidoro- fue en honor al Arzobispo San Isidoro de Sevilla. Muchas de las cosas que sabemos de este buen hombre es gracias a Juan Diácono, que en el siglo XIII escribió su biografía, la "Vita Sancti Isidori". Él nos retrata a un hombre ejemplar, de buen corazón y muy bondadoso con los más necesitados.

Parece ser que una de las primeras ocupaciones de Isidro fue la de pocero, o sea, cavar pozos, al servicio de la familia Vera hasta que se trasladó a trabajar a Torrelaguna, donde contrajo matrimonio con una chica del pueblo llamada María Toribia, conocida más tarde con el nombre de Santa María de la Cabeza, también declarada santa. Fruto de su matrimonio tuvieron un hijo llamado Illán. Al cabo de unos años la familia regresó a Madrid, para cuidar las tierras de la familia Vargas. Fue en ese momento cuando Isidro realizó las tareas de labrador y pasase a ser conocido popularmente como "Isidro labrador". Falleció en el año 1130.

Tradiciones

Sobre la figura del santo se han vestido muchas narraciones populares. La más conocida de ellas es la que nos presenta a un hombre muy piadoso que muy a menudo tenía que soportar las burlas de sus vecinos porque cada día iba a la iglesia antes de salir a labrar el campo. A veces, Isidro llegaba algunos minutos tarde al trabajo y sus compañeros lo denunciaron al patrón por holgazán. Juan de Vargas, que así se llamaba el propietario de la finca, lo quiso comprobar por si mismo, y un buen día se escondió tras unos matorrales situados a medio camino entre la iglesia y el campo. Al salir del templo le recriminó su actitud. Cuando llegaron al campo, su patrón vio por sorpresa que los bueyes estaban arando ellos solos la parte que le correspondía al buen Isidro. El patrón entendió aquél hecho como un prodigio del cielo.

También es conocida "la olla de San Isidro". Se cuenta que cada año nuestro amigo organizaba una gran comida popular donde eran invitados los más pobres y marginados de Madrid. Sin embargo, en una ocasión el número de de presentes superó lo previsto y la comida que habían preparado no llegaba ni a la mitad de los convocados. Isidro metió el puchero en la olla y la comida se multiplicó "milagrosamente", hubo para todos y más.

Así mismo, hay un relato que nos dice que en un año de sequía y temiendo por la rentabilidad de la hacienda de su patrón, Isidro con un golpe de su aradahizo salir un chorro de agua del campo. Salió tanta agua de allí que pudo abastecer toda la ciudad de Madrid. Fíjate amigo cibernauta que en estas dos narraciones hay una homología en dos textos de la Biblia; la primera es una analogía del milagro de los panes y los peces de Jesús y la segunda de Moisés, que en el éxodo de Egipto hacia la Tierra prometida, golpeó una piedra con su bastón y salió de ella agua para saciar la sed de su pueblo.

En este apartado de "prodigios" no podríamos dejar de lado una curación atribuida a San Isidro y que le valió la beatificación. En tiempos del rey Felipe III (1578-1621) habiendo caído gravísimamente enfermo, a su regreso de Lisboa, en Casarrubios del Monte (Toledo), le fue llevado el cuerpo de San Isidro hasta su estancia real, y el monarca sanó milagrosamente. La beatificación tuvo lugar el 14 de abril de 1619, y tres años más tarde, el 12 de marzo de 1622, el Papa Gregorio XV lo canonizaría.

Amor a los animales

Durante toda su vida de labrador tuvo un gran aprecio con los animales. En ningún momento maltrató a los bueyes y a los otros animales de trabajo de la hacienda, todo al contrario. Existe una leyenda que explica que una día de invierno y mientras se dirigía al molino con un saco de grano sintió compasión de los pájaros que en la nieve ya no encontraban alimento y que estaban a punto de morir. Isidro limpió un pedazo de tierra apartando la nieve y vació allí la mitad del saco. Al llegar al molino resultó que el saco estaba tan lleno de grano como antes.

Devoción

El aprecio a San Isidro es notable para todas aquellas personas que trabajan en el campo, por lo tanto es el patrón de los campesinos y de los viticultores, así como de los ingenieros écnicos agrícolas. Como ya he comentado interiormente es el patrón de la ciudad de Madrid desde el 14 de abril de 1619, día en que el Papa Pablo V firmó el decreto de su beatificación. Su protección a los campesinos y labradores españoles así como de todos los agricultores católicos del mundo fue declarada por el Papa Juan XXIII. Se le puede invocar para que llueva y tener una buena cosecha.

En Catalunya, San Isidro comparte el patronazgo de los campesinos junto a San Galderic, un santo de la comarca catalano-francesa del Rosellón.

Como te puedes imaginar son muchas las ermitas que tiene dedicadas. La más popular es la que hay en Madrid, en el paseo Quince de Mayo en el barrio de Carabanchel, donde cada año en el día de su fiesta se bendice el agua de la fuente del agua, la misma que el santo hizo manar en tiempos de sequía. Fue construida en 1528 y la edificación actual corresponde al 1725. Cabe mencionar que el santo tiene dedicada en la capital de España una colegiata que fue construida entre los años 1626 y 1664 y que desde el año 1885 hasta 1993 actuó como catedral. Dicho templo está situado en la calle Toledo.
Recuerda que la actual Catedral de Madrid y desde 1993 es la Catedral de la Almudena.

También me gustaría comentarte que en el Santuario de la Mare de Déu de les Salines (Nuestra Señora de las Salinas) situado a pocos kilómetros de Maçanet de Cabrenys (Girona) se organiza el domingo después al 15 de mayo un aplec (fiesta) que concentra a muchos devotos de la zona y de la parte catalana de Francia.

Después del oficio solemne se reparte arroz y la tradicional "berena", un pan redondo bendecido de unos 300 gramos. El origen de esta ofrenda arranca cuando, antiguamente se repartía comida a todos los pobres de la comarca que asistían al encuentro. Una fiesta muy popular que cosecha éxito desde el año 1974.

Cabe recordar que bajo el nombre de "San Isidro" se organizan durante los días colindantes a su onomástica diferentes ferias agrícolas en diversos
pueblos de España.

El ejemplo de San Isidro

Sin lugar a dudas, Isidro es otro de los ejemplos a imitar por su sencillez y para ver también que Jesús se sirve de los hombres para que éstos colaboren en la sociedad para hacerla más justa e igual para todos. ¡Cuántos de nosotros no podríamos hacer el milagro de la "olla" si compartiésemos parte de nuestras ganancias con los más necesitados! Vaya desde aquí también un fuerte saludo a todos los trabajadores del campo, y sobretodo a los que están en condiciones inhumanas, piensa en los inmigrantes que dejan su tierra con la intención de prosperar en un país ajeno y que se encuentran en pésimas condiciones y cobrando un salario por debajo de lo que les correspondería. ¿Sabes que muchos de ellos han vendido o hipotecado sus casas de su país de origen para pagar el viaje a un nuevo país?.

Por otra parte, Isidro nos muestra como Francisco de Asís, San Roque y otros muchos santos, el aprecio hacia los animales. Es más, Isidro lo hace con aquellos que son sus propias herramientas de trabajo: los bueyes.
Desgraciadamente, se tienen a los animales del campo como simples instrumentos y muchos aún no se han parado a pensar que son seres que sienten, igual que nosotros. En este caso, los animales son puestos al servicio del hombre de una forma gratuita, para nuestro provecho; bueno será reconocerles la ayuda que prestan a los trabajadores del campo. Gran ejemplo sin duda la que nos da Isidro.

Onomástica: 15 mayo

Oración

Glorioso San Isidro, tu vida fue un ejemplo de humildad y sencillez, de trabajo y oración; enséñanos a compartir el pan de cada día con nuestros hermanos los hombres, y haz que el trabajo de nuestras manos humanice nuestro mundo y sea al mismo tiempo plegaria de alabanza al nombre de Dios.
Como tú queremos acudir confiadamente a la bondad de Dios y ver su mano providente en nuestras vidas. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
 
 

Isidro Labrador.

San Isidro Labrador
SanIsidroMadrid1.JPG
Procesión de San Isidro en Madrid.
NacimientoMadrid, c. 1082
FallecimientoMadrid, 30 de noviembre de 1172
Beatificación1619 por Paulo V
Canonización1622 por Gregorio XV
Festividad15 de mayo
Patronazgode Madrid, de los labradores
Isidro Labrador (Madrid, c. 1082 - ib., 30 de noviembre de 1172[1] ) es un santo de la Iglesia católica. Se celebra su festividad el día 15 de mayo.

Biografía

 
Romería de Santa María de la Cabeza - Villa de Torrelaguna (Madrid)
 
Homenaje a la Familia - San Isidro y Santa María de la Cabeza - Villa de Torrelaguna (Madrid)
San Isidro, cuyo nombre era Isidro de Merlo y Quintana, estuvo casado con Santa María de la Cabeza, con quien convivió en Torrelaguna. Su amo fue el noble Juan de Vargas y sobre el solar de lo que fue su casa en Madrid hay actualmente un museo con exposiciones temporales sobre temas madrileños y también con recuerdos relativos a la vida del santo.
Son varios los milagros que se atribuyen al santo, encontrándose entre los más famosos el del pozo (en el que, gracias a su oración, las aguas de un pozo subieron para poder rescatar a su hijo, que posteriormente será conocido popularmente como San Illán, que había caído en él), y de los Ángeles, popularmente narrado como que los ángeles araban el campo mientras que San Isidro rezaba (aunque según las actas de la canonización, Iván de Vargas vio cómo dos ángeles ayudaban a Isidro a arar más rápido tras haberse detenido éste anteriormente a rezar en todas las parroquias por las que pasaba de camino al trabajo).
Fue beatificado por Paulo V el 14 de junio de 1619 y canonizado el 12 de marzo de 1622 por Gregorio XV, junto a San Felipe Neri, Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier, aunque la bula de canonización no fue publicada hasta 1724 por Benedicto XIII. Fue declarado patrono de los agricultores españoles por Juan XXIII en bula del año 1960.[2] También es patrón de los Ingenieros Técnicos Agrícolas y de los Ingenieros Agrónomos.

Celebraciones y festejos

Debido a su profesión, labrador, se le considera patrono de los labradores y es venerado en muchos pueblos con procesiones en las que se bendicen los campos. El 15 de mayo, día de su festividad, se realiza en Madrid una procesión con una imagen del santo, venerada en la antigua catedral madrileña.

España

En Madrid, su localidad natal, de la que es patrón, se celebra una romería en torno a la ermita erigida en su honor en la Pradera de San Isidro, junto al Río Manzanares en el Distrito de Carabanchel (ver: Fiestas de San Isidro Labrador). Dada la condición mozárabe del santo, este santuario tiene el privilegio de la celebración de la liturgia hispana (Bendición del agua, 21 de noviembre, 18 de diciembre, 2 de enero, etc). También se celebran en su nombre desde 1947 uno de los festejos taurinos más importantes del mundo, la Feria de San Isidro.
En Tenerife, la celebración más antigua de la isla en honor a San Isidro Labrador es la que se celebra en la Villa de Los Realejos desde 1667, año en que se colocó en el retablo mayor de la Parroquia Matriz del Apóstol Santiago la imagen de este santo madrileño. Desde entonces, y con las lógicas variaciones que conlleva la evolución de un municipio que ha pasado de una tradición agrícola al predominio del sector terciario, se ha honrado al santo en el mes de mayo. Su romería, de carácter regional, tiene lugar normalmente el último domingo de ese mes. Esta romería ha ido paulatinamente y como ninguna otra, rompiendo con la uniformidad en las vestimentas de los participantes, impuesta desde mediados del siglo XX, y que aún sigue vigente en lugares vecinos, ignorando la riqueza de los trajes de los pobladores de Tenerife en siglos pasados.
Completan las celebraciones un multitudinario baile de magos, al que acuden gentes de toda la isla ataviadas con los diferentes trajes tradicionales, el Festival de las Siete Islas, en el que cada año participan grupos de cada una de las siete Islas Canarias y las populares ferias de ganado y de artesanía.
También, en el vecino pueblo de La Orotava se celebran las fiestas mayores de la villa en honor al santo y a su mujer Santa María de la Cabeza. Se celebra el "Baile de magos" (mago es una palabra que proviene de mauro) con los trajes típicos, vestimenta impuesta a manera de uniforme durante la dictadura, por la Sección Femenina de la Falange Española, y que es una clara desvirtualización del traje del siglo XIX, conocido como de "Icolaltera" o "Mujer de Icod del Alto" y que aún hoy conserva una familia de la burguesía local. La "Subida del santo" o romería chica, la "Feria o bendición del ganado" y finalmente la Romería, con trajes típicos, en honor a los dos patronos de la villa, siendo una de las más importantes de Canarias. En otros lugares de las islas también se celebran fiestas en honor a los dos santos.
En Andalucía, Extremadura Y Castilla-La Mancha se hacen romerías en honor al Santo, acompañado de carretas, caballos, carrozas artísticas y romeros: La Carlota, Bujalance, Calera de León, Fuente de Cantos, Gibraleón, Cañete de las Torres, Villalba de los Barros, Monesterio, Montalbán de Córdoba, Fernán Núñez, Montellano, Los Palacios y Villafranca, Jamilena, Paterna del Campo, Cartaya, Torre de Miguel Sesmero, Villanueva de Alcardete, etc.
Desde hace años, la localidad alicantina de Castalla celebra la Feria de San Isidro, donde numerosas empresas exponen sus productos en un ambiente lúdico y festivo. No falta un mercadillo medieval y atracciones mecánicas.
En Yecla, una localidad en el norte de la provincia de Murcia, se llevan celebrando las fiestas de San Isidro en el fin de semana más cercano a San Isidro en mayo desde el año 1944 sacando las imágenes del santo y su mujer por las calles céntricas de esta ciudad, antes una villa con su mayoría de población agricultora, aunque antes de ese año ya había una gran devoción por este santo, mostrado en las canciones populares. Fue en el año 1949 cuando se incorporó a la procesión la cabalgata de carrozas con temas primaverales y yeclanos, y hombres y mujeres vestidos con los trajes tradicionales de labranza yeclana. Con el paso del tiempo se han añadido eventos a estas fiestas y se han convertido la favorita de los yeclanos, ya que en estas fiestas participa todo el que quiere, no se trata de estar quieto en la acera mirando la procesión; en 1958 se empieza a proclamar la Reina de las fiestas y las Damas, y en 1979 se empieza a proclamar la Reina y Damas infantiles. Las técnica de confección de las carrozas se origina en los años 1910-1915 y se ha mantenido desde entonces.
En Dueñas (provincia de Palencia), el día del santo, año tras año los lugareños y visitantes engalanan carrozas y en la romería se trasladan a primera hora de la mañana a la explanada del monasterio de San Isidro (La Trapa), donde son recibidos por la comunidad que celebra su festividad. Es un ancestral voto de la ciudad que en año de sequía prometió visita perpetua para obtener lluvias sobre el campo eldanense. Tras una misa solemne la población se da cita en una gran fiesta popular de participación ciudadana en la campa, donde se celebran juegos populares, se exhiben los mejores bailes de los grupos de danzas de la localidad, concursos entre peñas, etc.
En Villanueva de Alcardete, provincia de Toledo, pueblo eminentemente agrícola, los festejos, organizados por la Asociación de Agricultores y Ganaderos, comienzan la víspera con un pregón y verbena para continuar al día siguiente, el de su patrón, bajando hasta la ermita situada a unos dos kilómetros de la localidad y junto al río Gigüela, acompañados de carrozas, bandas de música, grupos de bailes regionales, autoridades y vecindario en general, donde a lo largo de todo el día se celebra la tradicional romería y en la que se suceden las actividades religiosas y festivas, desde misa y procesión hasta concursos de carrozas, exhibiciones de bailes regionales y por la tarde concursos de tiro de soga, donde los y las jóvenes demuestran su fuerza y destreza contra el equipo rival y de saltar a la comba para los más pequeños, todo ello acompañado de un buen y fresquito zurra y limonada, menció aparte de los chiringuitos que los jóvenes de la localidad montan para pasar un buen día.
San Isidro también es patrón de:

Chile

En Chile, en la localidad de Cuz Cuz, distante 5 kilómetros de la ciudad de Illapel, provincia del Choapa, región de Coquimbo, se celebra la fiesta de San Isidro el día 15 de mayo. En esta ocasión, por ser día lunes, se celebra el primer domingo posterior, o sea, el 21 de mayo. Se inicia con una misa al mediodía, para luego realizar una procesión por el campo en que el santo es acompañado por los bailes chilenos.
También en Cuncumén localidad perteneciente a la comuna de San Antonio, V Región, se celebra esta festividad el domingo más cercano al 15 de mayo, con una romería donde la imagen del Santo es trasladada en una carreta tirada por bueyes para recorrer las calles del pueblo.
Además en el patio principal de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Pontificia Universidad Católica de Chile, se encuentra una imagen de San Isidro Labrador, patrono de dicha escuela. Esta imagen fue inaugurada el 22 de mayo de 2008 por el Cardenal Arzobispo de Santiago Monseñor Francisco Javier Errázuriz Ossa. Cada año la Facultad celebra la "Semana de San Isidro" con actividades para profesores, alumnos y funcionarios.

Perú

 
Primera Cuadrilla de Cargadores de San Isidro Labrador en Lima - Perú.
En Lima, la fiesta de San Isidro Labrador es festejada por los residentes del pueblo San Isidro de Carampa, de Ayacucho en la ciudad de Lima. Para ello la "Sociedad Matriz de San Isidro de Carampa" organiza, junto con el Mayordomo y el Adornante, las festividades para dicha fecha. Se inicia en la víspera con la celebración de la Misa y una procesión del santo hacia la casa del Adornante. El santo es cargado por la Primera cuadrilla de Cargadores de San Isidro Labrador. Al día siguiente, Día Central, también se realiza otra misa; esta vez celebrada por el mayordomo. También se realiza la procesión y luego una fiesta en honor al Santo.
En el distrito de Moche, provincia de Trujillo, departamento de La Libertad, la festividad dura aproximadamente dos meses, recorriendo toda la campiña hasta su llegada triunfal al pueblo el día 15 de mayo, su día central, en el que se realiza una concurrida procesión por las principales calles de Moche.Acompañado de la hermandad, banda de músicos y de los grupos de “Diablos” danzantes. En una anda vestida con flores y abundante frutas frescas se asienta a San Isidro con su indumentaria tradicional, compuesto de sombrero de paja, capa y palana.

Argentina

En Argentina, esta fiesta es celebrada dentro del Partido de San Isidro ubicado a 10 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la Provincia de Buenos Aires. Durante ese día, se celebra una gran misa en la Catedral de San Isidro y los colegios de dicha localidad tienen feriado para poder festejarlo.
En la ciudad de San Isidro de Lules, en la provincia de Tucumán, se encuentra la Parroquia San Isidro labrador; allí tiene lugar una fiesta importante en honor al Santo, ya que alrededor de esta ciudad las tierras son tan ricas y fértiles que se siembran: frutilla, arándanos, citrus, tomates, y muchas verduras más. Cada año, los días 15 de mayo, se celebra con devoción la Santa Misa, se realiza la procesión y los agricultores donan el fruto de sus tierras para ser rematadas, donándose el dinero obtenido a solventar la labor de la parroquia.
En Oncativo, provincia de Córdoba a 70 km. de la capital provincial, se celebra el 15 de mayo como el día del pueblo, siendo San Isidro y Santa María de la Cabeza los santos patronos locales; allí se realiza la Santa Misa, y una feria después de la misma.
La localidad de Chucalezna, situadada a 105 km. de la capital de la provincia de Jujuy, rinde homenaje a su Santo Patrono con una misa central en horas de la mañana, tras lo cual se efectúa una procesión con la imagen del Santo y posterior desfile cívico. Ese día se expone los frutos de la siembra de las diferentes familias locales, como peras, manzanas, zanahoria, tomates, acelga, cebolla, etc.

Colombia

En Colombia las festividades de Isidro Labrador se celebran en los corregimientos de Chochó ubicado en el departamento de Sucre, Pital Megua, Sibarco en el Departamento del Atlántico y La Argentina Huila. En Pital Megua, los habitantes saludan la alborada con voladores de pólvora llamados cohetes o varillas. La procesión de la imagen se realiza por las calles del poblado acompañado con una banda de músicos con instrumentos de viento los cuales interpretan aires de la región. La imagen es adornada con frutos de las cosechas de la región. También se celebra su fiesta en el corregimiento de Chorrera, municipio de Juan de Acosta, departamento del Atlántico donde todos los campesinos de este pueblo le piden bendiciones para sus cultivos y que tengan abundancia, en su misa y procesión llevan consigo canastas con las cosechas del pueblo.

México

En México, en San Juan del Río donde hay un barrio llamado de San Isidro, comienzan las festividades 9 días antes de su día con procesiones, rosarios y Eucaristías para cumplir con la novena y el día 15 se le cantan las mañanitas en la medianoche; a mediodía se canta una misa solemne por San Isidro Labrador y hay Confirmaciones con asistencia del obsipo. Además hay danzas, cabalgata, alba de cohetes y terminando la misa la gente se reúne en las calles para celebrar y hacer una comida en honor a San Isidro.
En Xoxoclota, Veracruz, México, cuyo nombre viene del náhuatl y significa "Lugar donde hay pinos verdes" o Xoxo "Lugar de ocotes viejos", san Isidro es el santo patrón. La fiesta en su honor se inicia el 14 de mayo con una procesión de la casa del mayordomo (persona encargada del patrón y quien da de comer a las personas que asisten a la procesión y se encarga de poner flores y adornar la iglesia, junto con sus diputados, quienes ayudan al mayordomo con los gastos) hasta la iglesia para la celebración de la misa. Tras ella se quema un castillo y los toro de fuegos pirotécnicos o fuegos artificiales para después regresar a la casa del mayordomo. El día 15 se celebra otra procesión a la iglesia para asistir a la misa de mediodía que dice el obispo y en la que se celebran confirmaciones. Sigue una procesión por el pueblo y posteriormente se elige un día para llevar a san Isidro al río para que haya buena cosecha al igual que se escoge el día para que se entregue al nuevo mayordomo al patrón del pueblo para el próximo año.

Otros lugares

 
Manifiesto de la fiesta de San Isidro Labrador a Giarre.

Referencias

  1. José Antonio Álvarez Baena: Hijos de Madrid, vol. II, págs. 423-428.
  2. Bulas Rationi congruit (1724), de canonización de Isidro Labrador y Agri culturam (1960), declarando a San Isidro patrono de los agricultores españoles.

Bibliografía

Enlaces externos



San Isidro labrador(Año 1130)
 San Isidro bendito: ruega por nuestros campos y por nuestros agricultores.
San Isidro labradorEs el patrono de los agricultores del mundo. Le pusieron ese nombre en honor de San Isidoro, un santo muy apreciado en España.Sus padres eran unos campesinos sumamente pobres que ni siquiera pudieron enviar a su hijo a la escuela. Pero en casa le enseñaron a tener temor a ofender a Dios y gran amor de caridad hacia el prójimo y un enorme aprecio por la oración y por la Santa Misa y la Comunión.Huérfano y solo en el mundo cuando llegó a la edad de diez años Isidro se empleó como peón de campo, ayudando en la agricultura a Don Juan de Vargas un dueño de una finca, cerca de Madrid. Allí pasó muchos años de su existencia labrando las tierras, cultivando y cosechando.Se casó con una sencilla campesina que también llegó a ser santa y ahora se llama Santa María de la Cabeza (no porque ese fuera su apellido, sino porque su cabeza es sacada en procesión en rogativas, cuando pasan muchos meses sin llover).
Isidro se levantaba muy de madrugada y nunca empezaba su día de trabajo sin haber asistido antes a la Santa Misa. Varios de sus compañeros muy envidiosos lo acusaron ante el patrón por "ausentismo" y abandono del trabajo. El señor Vargas se fue a observar el campo y notó que sí era cierto que Isidro llegaba una hora más tarde que los otros (en aquel tiempo se trabajaba de seis de la mañana a seis de la tarde) pero que mientras Isidro oía misa, un personaje invisible (quizá un ángel) le guaba sus bueyes y estos araban juiciosamente como si el propio campesino los estuviera dirigiendo.
Los mahometanos se apoderaron de Madrid y de sus alrededores y los buenos católicos tuvieron que salir huyendo. Isidro fue uno de los inmigrantes y sufrió por un buen tiempo lo que es irse a vivir donde nadie lo conoce a uno y donde es muy difícil conseguir empleo y confianza de las gentes. Pero sabía aquello que Dios ha prometido varias veces en la Biblia: "Yo nunca te abandonaré", y confió en Dios y fue ayudado por Dios.Lo que ganaba como jornalero, Isidro lo distribuía en tres partes: una para el templo, otra para los pobres y otra para su familia (él, su esposa y su hijito). Y hasta para las avecillas tenía sus apartados. En pleno invierno cuando el suelo se cubría de nieve, Isidro esparcía granos de trigo por el camino para que las avecillas tuvieran con que alimentarse. Un día lo invitaron a un gran almuerzo. El se llevó a varios mendigos a que almorzaran también. El invitador le dijo disgustado que solamente le podía dar almuerzo a él y no para los otros. Isidro repartió su almuerzo entre los mendigos y alcanzó para todos y sobró.Los domingos los distribuía así: un buen rato en el templo rezando, asistiendo a misa y escuchando la Palabra de Dios. Otro buen rato visitando pobres y enfermos y por la tarde saliendo a pasear por los campos con su esposa y su hijito. Pero un día mientras ellos corrían por el campo, dejaron al niñito junto a un profundo pozo de sacar agua y en un movimiento brusco del chiquitín, la canasta donde estaba dio vuelta y cayó dentro del hoyo. Alcanzaron a ver esto los dos esposos y corrieron junto al pozo, pero este era muy profundo y no había cómo rescatar al hijo. Entonces se arrodillaron a rezar con toda fe y las aguas de aquel aljibe fueron subiendo y apareció la canasta con el niño y a este no le había sucedido ningún mal. No se cansaron nunca de dar gracias a Dios por tan admirable prodigio.Volvió después a Madrid y se alquiló como obrero en una finca, pero los otros peones, llenos de envidia lo acusaron ante el dueño de que trabajaba menos que los demás por dedicarse a rezar y a ir al templo. El dueño le puso entonces como tarea a cada obrero cultivar una parcela de tierra. Y la de Isidro produjo el doble que las de los demás, porque Nuestro Señor le recompensaba su piedad y su generosidad.En el año 1130 sintiendo que se iba a morir hizo humilde confesión de sus pecados y recomendando a sus familiares y amigos que tuvieran mucho amor a Dios y mucha caridad con el prójimo, murió santamente. A los 43 años de haber sido sepultado en 1163 sacaron del sepulcro su cadáver y estaba incorrupto, como si estuviera recién muerto. Las gentes consideraron esto como un milagro. Poco después el rey Felipe III se hallaba gravísimamente enfermo y los médicos dijeron que se moriría de aquella enfermedad. Entonces sacaron los restos de San Isidro del templo a donde los habían llevado cuando los trasladaron del cementerio. Y tan pronto como los restos salieron del templo, al rey se le fue la fiebre y al llegar junto a él los restos del santo se le fue por completo la enfermedad. A causa de esto el rey intercedió ante el Sumo Pontífice para que declarara santo al humilde labrador, y por este y otros muchos milagros, el Papa lo canonizó en el año 1622 junto con Santa Teresa, San Ignacio, San Francisco Javier y San Felipe Neri.




SAN ISIDRO
-Nace en 1082.
-Patrono de los agricultores y de Madrid, España.
-Su esposa, María de la Cabeza (Torribia), también es santa.
-C
uerpo incorrupto. Descansa ahora en la Real Iglesia de San Isidro de Madrid, antiguo Colegio Imperial de Jesuitas.
Fiesta: 15 de Mayo. Oficio de Lectura
Ver también:
Sembrad siempre buenas obras
, oficio del 15 de mayo
Congregación de San Isidro

A finales del siglo XI nace san Isidro en Madrid, en cuya parroquia de San Andrés fue bautizado. Contrajo matrimonio en Torrelaguna con María de la Cabeza.

San Isidro t
rabajó como jornalero agricultor.  La tradición popular conservó la memoria de su espíritu de oración y de generosidad con los necesitados.

Se destaca por su amor a la Eucaristía, su devoción a la Santísima Virgen y su caridad heroica al servicio del pueblo, en especial los niños, los desvalidos y los que sufren hambre de pan y de alimento espiritual.
Murió el 30 de noviembre de 1172, con 90 años, y es sepultado en el cementerio de San Andrés, su parroquia. Cuarenta años después, en 1212 fue descubierto, por revelación divina, su cuerpo incorrupto.

Sus portentosos milagros, más de cuatrocientos, se estudiaron en su proceso de canonización.
Su hijo Illán muere al caer en un pozo pero resucita por intercesión de su padre. En otra ocasión también devuelve a la vida a Maria de Vargas, hija de su patrón y ahijada suya. 
San Isidro es Beatificado por Paulo V el 14 de junio de 1619 y fija la celebración de su fiesta el 15 de Mayo.
Gregorio XV Canoniza a San Isidro el 12 de Marzo de 1622. Sin embargo la muerte del Pontífice hizo que se retrasara la expedición de la Bula de Canonización de San Isidro "Rationi Congruit" hasta el 4 de junio de 1724, firmada por Benedicto XIII.

San Isidro es patrón de Madrid desde 1212, y día de precepto en la capital de España desde 1621.
En 1769,el Rey Carlos III ordena trasladar el cuerpo incorrupto de San Isidro a la Real Iglesia de San Isidro de Madrid, antiguo Colegio Imperial de Jesuitas. Su cuerpo se conserva incorrupto en la catedral de Madrid.
El Papa Juan XXIII extendió el patronazgo de San Isidro a los agricultores y campesinos españoles por Bula "Agri Culturam" dada en Roma el 16 de diciembre de 1960.

San Isidro labrador, laico
fecha: 15 de mayo
†: c. 1130 - país: España
otras formas del nombre: Isidoro
canonización: B: Pablo V 2 may 1619 - C: Gregorio XV 12 mar 1622
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Memoria de san Isidro, labrador, que en Madrid, en el reino de Castilla, juntamente con su mujer, santa María de la Cabeza o Toribia, llevó una dura vida de trabajo, recogiendo con más paciencia los frutos del cielo que los de la tierra, y de este modo se convirtió en un verdadero modelo del honrado y piadoso agricultor cristiano.
patronazgo: patrono de Madrid, y los labradores y campesinos, protector contra la sequía y para pedir la lluvia y la buena cosecha.
tradiciones, refranes, devociones: Por San Isidro Labrador, la cosecha tiene color.
San Isidro Labrador quita el agua y trae el sol.
(variante) San Isidro labrador, reparte el agua y el sol.
Si se desigualó el sembrado, por San Isidro esta igualado.
(jaculatoria enviada por un lector:) «San isidro Labrador, cuida y riega nuestra quintita.»
oración:
Señor, Dios nuestro, que en la humildad y sencillez de san Isidro, labrador, nos dejaste un ejemplo de vida escondida en ti, con Cristo, concédenos que el trabajo de cada día humanice nuestro mundo y sea al mismo tiempo plegaria de alabanza a tu nombre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).

El patrono de Madrid nació en lo que es ahora la capital de España. Sus padres, que eran pobres, le dieron el nombre de Isidro o Isidoro, en honor del célebre arzobispo de Sevilla. Como no pudieron enviar a su hijo a la escuela, se encargaron ellos mismos de inculcarle sus escasos conocimientos junto con el horror del pecado y el amor a la oración. En cuanto tuvo edad suficiente para trabajar, Isidro entró al servicio de un rico propietario madrileño llamado Juan de Vargas, en cuya casa estaba destinado a trabajar toda su vida como labrador. Isidro se casó con una muchacha pobre, santa Toribia, tan buena como él; pero después del nacimiento de su primer hijo, que murió en la infancia, ambos decidieron servir a Dios en continencia perfecta. La vida de san Isidro fue un modelo de perfección cristiana en el mundo. Se levantaba muy temprano todos los días para ir a misa. Durante la jornada, en tanto que su mano guiaba el arado, su corazón conversaba con Dios, con su ángel guardián y con los santos del cielo. Pasaba los días de fiesta en visitas a las iglesias de Madrid y los alrededores. Aunque era muy amable con los demás y estaba dispuesto a prestar ayuda, san Isidro no escapó de los ataques de las malas lenguas, pues sus compañeros le acusaron de que llegaba tarde al trabajo por meterse en la iglesia. Para averiguar la verdad, Don Juan de Vargas se puso personalmente al acecho y comprobó, en efecto, que Isidro llegaba tarde al trabajo; se disponía ya a reprenderle, cuando vio, con la sorpresa que es de imaginar, que una yunta de bueyes blancos, guiada por la mano de un desconocido, araba el campo junto al arado de San Isidro. Mientras contemplaba la escena, paralizado por el asombro, desapareció la yunta maravillosa y el propietario comprendió que el cielo se encargaba de suplir el trabajo del santo labrador. Otras personas atestiguaron también que habían visto cómo los ángeles ayudaban a san Isidro. Don Juan de Vargas concibió desde entonces gran respeto por su servidor, quien, según la leyenda, obró varios milagros entre los miembros de la familia de su amo.

El santo era muy generoso con los pobres; con frecuencia los invitaba a su mesa y reservaba para sí los restos de la comida. En una ocasión en que había sido invitado a un banquete por una cofradía, san Isidro permaneció en la iglesia, absorto en oración, y llegó cuando la fiesta tocaba a su fin, seguido por un grupo de mendigos. Sus huéspedes le recibieron con cierta frialdad y le dijeron que le habían guardado su porción, pero que no podían alimentar a todos sus compañeros. San Isidro les contestó que su porción bastaba para él y todo el grupo y así sucedió, en efecto. Una de las leyendas que corren sobre el santo, ilustra su amor por los animales. En un helado día de invierno, cuando transportaba una bolsa de grano, vio una bandada de pájaros acurrucados tristemente en las ramas esqueléticas de los árboles. Comprendió que no habían encontrado qué comer y, al instante el santo abrió la bolsa y echó a las aves la mitad del contenido, a pesar de las burlas de su compañero. Pero, cuando llegaron al sitio de la siembra, la bolsa estaba llena y la semilla produjo en la cosecha el doble de lo acostumbrado.

San Isidro murió el 15 de mayo de 1130. Su esposa, que le sobrevivió varios años, alcanzó también el honor de los altares. En España se la llama santa María de la Cabeza, porque se acostumbraba llevar en procesión su cabeza durante las épocas de sequía. El cuerpo de san Isidro fue trasladado, cuarenta años después de su muerte, a un santuario más rico. Su culto se popularizó mucho por los milagros que el santo obró allí. Se dice que en 1211 se apareció al rey Alfonso de Castilla, que se hallaba entonces combatiendo a los moros en las Navas de Tolosa, para mostrarle un sendero que permitió al monarca caer por sorpresa sobre el enemigo y derrotarle. Más de cuatro siglos después, el rey Felipe III llegó tan enfermo a Casarrubios del Monte, que los médicos perdieron toda esperanza de salvarle. Se organizó entonces una procesión para trasladar las reliquias de san Isidro desde Madrid hasta el lecho del monarca; en el momento en que las reliquias salían de la iglesia de San Andrés, desapareció la fiebre y, cuando llegaron al dormitorio del rey, quedó éste completamente curado. La familia real de España, promovió ardientemente la causa de san Isidro, quien fue canonizado en marzo de 1622, junto con san Ignacio, san Francisco Javier, santa Teresa y san Felipe Neri. En España se les llama, desde entonces, «los cinco santos».

De Félix Lope de Vega: A Madrid,
por la dicha de ser su Patrono San Isidro Labrador











Madrid, aunque tu valor
Reyes le están aumentando,
nunca fue mayor que cuando
tuviste tu labrador.



Aunque de gloria se viste,
Madrid, tu dichoso suelo,
nunca más gloria tuviste
que cuando, imitando al cielo,
pisado de ángeles fuiste.
No igualará aquel favor
el que hoy ostenta tu honor,
aunque opongas tu trofeo,
aunque aumente tu deseo,
Madrid, aunque tu valor.

No tendrás glorias mayores,
que cuando en las manos bellas
de angélicos labradores,
eran tus flores estrellas,
los rayos del sol tus flores.
En vano están laureando,
en vano están coronando
tu frente, en vano el honor
que te ha dado un labrador,
Reyes le están aumentando.


Dirán que cuándo tuviste
más gloria que en ti se encierra.
Di que cuando ángeles viste
labrar humildes tu tierra;
di que cuando cielo fuiste;
que cuando al cielo imitando
el sol te estaba envidiando,
pues su luz tu luz prefiere;
y así sabrá quien dijere
Nunca fue mayor que cuando.

Mayores triunfos, mayores
lauros tu poder advierte,
pues con divinos favores
respetas, como la muerte,
mas que reyes, labradores.
Hagan inmortal tu honor
jaspes, mármoles y bronces;
pues para gloria mayor
hoy tienes tal rey, y entonces
Tuviste tu labrador.



El documento fundamental sobre el que se basa casi totalmente lo que sabemos de Isidro es una vida escrita por «Juan el Diácono», quien probablemente se identifica con el escritor franciscano Juan Egidio de Zamora. Se encuentra impreso en Acta Sanctorum, mayo, vol. III, pero no puede tenerse como un registro fidedigno, ya que fue compilado ciento cincuenta años después de la muerte del santo. Una edición crítica de este texto latino fue publicada por F. Fita, en el Boletín de la Real Academia de la Historia, vol. IX, (1886), pp. 102, 152. Existen numerosas vidas escritas en castellano y en italiano, lo mismo que varios poemas de Lope de Vega. La mejor biografía parece ser la del P. J. Bleda (1622). También existe una narración moderna en francés, debida a la pluma de J.P. Toussaint, (1901). Pero sin duda, quien trata más satisfactoriamente los puntos de interés en la historia de san Isidro es el P. García Villada en Razón y Fe, mayo, 1929. Este autor proporciona multitud de detalles respecto a la preservación del cuerpo del santo, que aunque momificado se encuentra todavía completo.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

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