miércoles, 8 de mayo de 2013

Nuestra Señora de Luján

Advocación Mariana, 8 de mayo
 
Nuestra Señora de Luján
Nuestra Señora de Luján

Patrona de la Argentina

A 60 kilómetros al oeste de Buenos Aires se halla la villa de Luján. En 1630 no había en aquel paraje ningún rastro de población y sólo era frecuentado por las caravanas de carretas y las rescuas de mulas tucumanas que bajaban o subían del puerto de Buenos Aires.

Sucedió que un portugués dueño de una estancia, a cuarenta leguas de la ciudad, trató de erigir en ella una modesta capilla dedicada a la Inmaculada Concepción de la Virgen. Para esto le pidió a un amigo de Brasil que le envíe una imagen pequeña de la Virgen en aquel misterio. Su amigo le envió dos imágenes en bulto: una que representaba a María en su Inmaculada Concepción y que hoy se venera en el santuario de Luján y otra que tenía en sus brazos al Niño Jesús y ahora es venerada en Sumampa.

Partió entonces de Buenos Aires el encargado de conducir las imágenes. En la tarde del tercer día se detuvo la caravana para pasar la noche y al día siguiente el conductor de las imágenes preparó los bueyes para proseguir el viaje pero éstos no se movían. Vinieron en su ayuda troperos y peones pero no tuvieron suerte. Finalmente juzgaron que era necesario aliviar el peso de la carreta. Descargaron las imágenes y en ese momento los bueyes pudieron moverse con facilidad. Queriendo cerciorarse si el obstáculo provenía de las imágenes las pusieron nuevamente en la carreta y no se pudo mover. Entonces viendo que las imágenes se querían quedar en aquel lugar decidieron que una de ellas permaneciera en la Cañada y la entregaron al dueño de esas tierras. La fama del prodigio corrió hasta Buenos Aires y no faltaron quienes emprendieron un viaje a Luján para contemplar la imagen.

En 1887 la imagen fue coronada canónicamente por el Papa León XIII

Nuestra Señora de Luján.    

Nuestra Señora de Luján
Imagen Nuestra Señora de Luján
Reproducción de Nuestra Señora de Luján
Venerada enIglesia católica
TemploBasílica de Nuestra Señora de Luján
Festividad8 de mayo
SimbologíaInmaculada Concepción revestida con manto, corona y rayera
Patrona deFlag of Argentina.svg Argentina
Flag of Uruguay.svg Uruguay
Flag of Paraguay.svg Paraguay
XXXII Congreso Eucarístico Internacional
Rutas argentinas (1944), Policía Federal Argentina (1946), Ferrocarriles Argentinos (1948). También del ex-Consejo Nacional de Educación (Argentina).
Fecha de la imagen1630
Anónimo
EstiloArcilla cocida
La Virgen de Luján o Nuestra Señora de Luján, es una de las advocaciones con la que se venera la figura de la Virgen María en el catolicismo. Se la considera patrona de Argentina, Paraguay y Uruguay.[Nota 1]
La imagen original es pequeña y sencilla, de solo 38 cm de altura, realizada en arcilla cocida y representativa de la Inmaculada Concepción. Los hechos que se sucedieron en torno a ella y que determinaron su permanencia en las cercanías del río Luján en el siglo XVII fueron interpretados como providenciales por lo fieles católicos. Desde las primeras marchas obreras hacia la basílica de Nuestra Señora de Luján a fines del siglo XIX, hasta las multitudinarias peregrinaciones anuales en el presente, que superan el millón de personas, Nuestra Señora de Luján se ha convertido en una imagen emblemática, que convoca las mayores manifestaciones de fe de la Argentina. Hoy se la considera uno de los símbolos de la cultura de ese país.[1]

 Historia

Encargo y viaje

El origen de la advocación se remonta a 1630. Antonio Farías Sáa, un hacendado portugués radicado en Sumampa (actual provincia de Santiago del Estero, Argentina), quiso erigir en su estancia una capilla en honor de la Virgen. Solicitó a un compatriota suyo, residente en Brasil, el envío de una imagen de la Inmaculada Concepción de María. Para una mejor elección, su amigo le envió dos imágenes. En el mes de mayo de 1630, las imágenes de la Virgen llegaron al puerto de Buenos Aires procedentes de San Pablo y, acondicionadas en sendos cajones, fueron colocadas en una carreta.
 
Representación de la escena en que se descubre la imagen de Nuestra Señora de Luján en una de las cajas transportadas en carreta desde Buenos Aires. El hecho habría tenido lugar en el paraje de Zelaya, en la provincia de Buenos Aires.
Luego de tres días de viaje, la caravana a la cual se incorporó la carreta hizo un alto a 5 leguas de la actual ciudad de Luján, en el paraje de Zelaya, para pernoctar en la Estancia de Rosendo de Trigueros.
Al día siguiente, ya dispuestos a continuar la marcha, los bueyes no consiguieron mover la carreta. Después de intentos fallidos, bajaron uno de los cajones y los bueyes iniciaron la marcha sin dificultad. Intrigados por el contenido del cajón, encontraron al abrirlo una imagen pequeña (38 cm de altura) de arcilla cocida que representaba la Inmaculada Concepción. Los creyentes interpretaron el hecho como providencial, y entregaron la imagen para su custodia a don Rosendo de Oramas, el dueño de la casa ubicada en la actual localidad de Zelaya, del partido del Pilar, a algo más de 20 km del actual emplazamiento del santuario. La segunda imagen, que representaba a María con el niño en sus brazos, llegó a destino, y en 1670 se le contruyó un santuario donde se la veneró bajo la advocación de Nuestra Señora de la Consolación.

Construcción de una ermita y traslado posterior

 
Entrada a la ermita que constituyó la primera morada de la imagen de la Virgen, más conocida como «El lugar del milagro». Hoy es un punto turístico de la localidad de Zelaya y del partido del Pilar.
Enterados del hecho en Buenos Aires, muchos vecinos acudieron a venerar la imagen y, al crecer la concurrencia, don Rosendo le hizo construir una ermita donde permaneció desde 1630 hasta 1674.
De hecho hoy existe en aquel emplazamiento, conocido como Lugar del milagro, un convento y una pequeña capilla de adobe y piso de tierra -que puede visitarse- que recuerda a aquella ermita que se erigiera como primer santuario.
Se la llamó la Virgen Estanciera y la Patroncita Morena. Manuel, un pequeño esclavo que venía con la caravana y fue testigo de lo sucedido, viendo su patrón el intenso amor que demostraba a la Virgen lo dejó a las órdenes de la Inmaculada. Se lo destinó al exclusivo cuidado de la imagen, lo que hizo hasta su muerte. Se encargaba del orden en la ermita y de los vestidos de la Virgen, dirigiendo los rezos de los peregrinos. Al fallecer don Rosendo, su estancia quedó abandonada, pero Manuel continuó, con constancia, el servicio que se había impuesto.
Muy preocupada con la «soledad de la Virgen» en ese paraje que hoy es Zelaya, la señora Ana de Matos, viuda del capitán español Marcos de Sequeira y propietaria de una estancia muy bien defendida ubicada sobre la margen derecha del río Luján, no viendo ningún interés por parte de las autoridades civiles y eclesiásticas, le solicitó al administrador de la estancia del fallecido don Rosendo la cesión de la imagen de la Virgen de Luján. Ella le aseguró el cuidado y la construcción de una capilla «digna y cómoda», facilitando la estadía de los peregrinos. Juan de Oramas, el apoderado, aceptó la oferta y doña Ana de Matos le pagó por la cesión de la imagen.
Feliz de haber logrado su propósito, la instaló en su oratorio, pero a la mañana siguiente, cuando se dirigió ahí para rezar, descubrió con asombro y angustia que la Virgen no estaba en su altar. Al buscarla se la encontró en el «Lugar del Milagro».
Se creyó en un principio que era el propio Manuel - a quien no habían permitido en un principio acompañar a la Virgen - quien llevaba a la «Patroncita Morena» a su antigua morada. Hasta se lo llegó a estaquear en el piso para que no hurtara la imagen. Sin embargo la imagen seguía «volviendo» a su primer lugar.
 
Fileteado porteño realizado por Edgardo Morales (2001), que muestra en el centro a la Virgen de Luján. Centro Cultural Marcó del Pont, en el barrio de Flores, ciudad de Buenos Aires.
Ello ocurrió varias veces hasta que enterado del hecho, considerado milagroso por los católicos, el obispo de Buenos Aires fray Cristóbal de Mancha y Velazco, y el gobernador del Río de la Plata, don José Martínez de Salazar, organizaron el traslado de la imagen, acompañada por doña Ana y Manuel.
En 1886, el padre Salvaire presentó al papa León XIII la petición del episcopado y de los fieles del Río de la Plata para la coronación de la Virgen. León XIII bendijo la corona y le otorgó Oficio y Misa propios para su festividad, que quedó establecida en el sábado anterior al IV domingo después de Pascua. La coronación se realizó en mayo de 1887.

 Nuestra Señora de Luján en la Historia argentina

 
Grabado con la imagen de José de San Martín, realizado en 1901. El padre de la Nación Argentina ofrendó una de sus espadas en reconocimiento a la Virgen de Luján.
El primer santuario dedicado a Nuestra Señora de Luján se inauguró el 8 de diciembre de 1763 y en él hicieron profesión de fe y se encomendaron buena parte de los próceres argentinos durante la época de la emancipación: Manuel Belgrano, José de San Martín, Cornelio Saavedra, Domingo French, Nicolás de la Quintana, José Rondeau, Juan Martín de Pueyrredón, Ramón Balcarce, Martín Rodríguez, Estanislao Soler, Manuel Dorrego, y otros líderes y caudillos de la independencia le tributaron el homenaje de su reconocimiento.[2] [3] [4]
Al dirigirse al Paraguay al mando de una expedición, Manuel Belgrano se detuvo en Luján varios días, mandó celebrar una misa cantada el 27 de septiembre de 1810 e hizo varias visitas a Nuestra Señora en el camarín.[5]
Además de rendirle homenaje por su participación en la gesta de la independencia, Belgrano era recordado con especial afecto por haber residido en Luján durante 1814 y haber consagrado trofeos de guerra a la Virgen de la villa. Entre ellos se cuentan las dos banderas de división realistas arrebatadas por el Ejército del Norte al ejército del general Pío Tristán en la Batalla de Salta, y que Belgrano destinó a Nuestra Señora de Luján en acción de gracias por su protección.[5] [6]
 
Retrato de Manuel Belgrano realizado a lápiz por Francois Casimir Carbonnier en 1815.
Por la patria al señor presidente y demás señores del I. C. J. y R. de la villa de Luján / General del Ejército Auxiliador del Perú/ ...
Remito a V. S. dos banderas de división, que en la acción del 20 de febrero se arrancaron de la mano del enemigo, a fin de que sirva presentarlas a los pies de Nuestra Señora, a nombre del ejército de mi mando en el templo de ésa, para que se haga notorio el reconocimiento que mis hermanos de armas y yo estamos a los beneficios que el Todopoderoso nos ha dispensado por su mediación, y exciten con su vista la devoción de los fieles para que siga concediéndonos su gracia. Dios guarde V. S. muchos años.
Jujuy, 3 de mayo de 1813.[5]
Manuel Belgrano
También el coronel Domingo French fue gran devoto de la Virgen de Luján:[7] la nombró patrona de su Regimiento Nº 3 de Infantería, y le donó dos de las banderas conquistadas en el segundo sitio de Montevideo.
En 1816 luego de liberar al pueblo chileno y antes de embarcarse para iniciar su campaña al Perú, el general José de San Martín visitó el Santuario de Luján para encomendarse a Nuestra Señora. En 1823, de regreso de la gesta libertadora volvió a visitar el Santuario de Luján y dedicó a la Virgen María una de sus espadas.[8]

Patronazgos

En 1930 se cumplieron 300 años de la llegada de la imagen a la Argentina. A principios de ese año, el obispo diocesano de La Plata y de Luján, monseñor Francisco Alberti, solicitó en nombre conjunto de los episcopados argentino, uruguayo y paraguayo al papa Pío XI, la declaración oficial de la Virgen de Luján como patrona de las tres Repúblicas.
 
Basílica de Nuestra Señora de Luján.
El 5 de octubre, el mismo obispo platense (en ausencia del arzobispo de Buenos Aires, monseñor Bottaro, postrado por la enfermedad), asumió la representación de todos los arzobispos y obispos de las tres naciones y proclamó (por bula de Pío XI, del 8 de setiembre de 1930) patrona de la Argentina, Uruguay y Paraguay a la Virgen de Luján.
El 15 de octubre de 1934, el cardenal Eugenio Pacelli (futuro papa Pío XII) declaró a «Nuestra Señora de Luján» patrona oficial del XXXII Congreso Eucarístico Internacional.
En 1944 fue declarada patrona de las rutas argentinas y en 1948 de los Ferrocarriles Argentinos, en cuyas estaciones se multiplicaron las imágenes entronizadas de la Virgen. El 3 de junio de 1946 fue declarada patrona de la Policía Federal Argentina. También era patrona del ex-Consejo Nacional de Educación (Argentina).[9]

Su basílica

El Santuario de Luján es de estilo gótico ojival del siglo XIX. Está construido en piedra labrada y cuenta con dos torres de más de 100 m de altura. El 8 de diciembre de 1930, el Papa Pío XI, le otorgó oficialmente el título de Basílica.

Festividad

Su festividad se celebra el 8 de mayo. Ya que se trata de una imagen de la Inmaculada Concepción, también se celebra el 8 de diciembre.

 Peregrinaciones

 
Primera peregrinación al santuario de Luján, en 1893
Fue el padre Federico Grote, fundador de los Círculos Católicos de Obreros, el primero en organizar peregrinaciones al Santuario de Nuestra Señora de Luján. En la primera peregrinación, realizada el 29 de octubre de 1893, fue acompañado por unos 400 hombres con banderas argentinas quienes prometieron concurrir todos los años a pedir a la Virgen protección para la obra. Tres años después, los peregrinos sumaban 3 000. Esta peregrinación se ha realizado ininterrumpidamente hasta nuestros días.[10]
En el día de la festividad de Nuestra Señora de Luján, el 8 de mayo, miles de fieles se reúnen en la Basílica de Luján en su honor. Es la fiesta patronal del partido de Luján, razón por la cual se realizan numerosos festejos además de recibirse gran cantidad de peregrinos.
Cada 8 de diciembre, día en que se celebra la solemnidad de la Inmaculada Concepción, convergen en Luján peregrinaciones masivas provenientes de la ciudad de Buenos Aires y localidades de la zona, destacándose la Peregrinación náutica que se efectúa en el río Luján, con la imagen de la Virgen a bordo de una embarcación.
 
La Peregrinación Juvenil a Pie a Luján es la mayor manifestación de fe popular en la Argentina.
Pero es la llamada Peregrinación Juvenil a Pie a Luján la más famosa de las peregrinaciones al santuario donde se encuentra la imagen.[11] La primera peregrinación juvenil se realizó en octubre de 1975. A ella concurrieron alrededor de 30 000 jóvenes. Desde entonces, la participación fue en aumento hasta situarse en más de un 1 000 000, para así convertirse en la mayor manifestación anual de fe de la Argentina.[12] Esta peregrinación se efectua el primer fin de semana de octubre de cada año, bajo un lema diferente,[13] y la marcha a pie se extiende desde el santuario de San Cayetano en Liniers, ciudad de Buenos Aires, y luego Avenida Rivadavia y Avenida General Paz, hasta la basílica de Luján en la ciudad homónima.

 Notas

  1. La Virgen de Caacupé en Paraguay y la Virgen de los Treinta y Tres en Uruguay son las advocaciones más conocidas de la Virgen María en esos países, asimismo declaradas patronas respectivas. Sin embargo, en 1930 monseñor Francisco Alberti, solicitó al papa Pío XI en nombre de los episcopados argentino, uruguayo y paraguayo, la declaración oficial de la Virgen de Luján como patrona conjunta de las tres Repúblicas, lo cual se concedió por bula papal del 8 de setiembre de 1930.

Bibliografía

  • Presas, Juan Antonio (2002). Anales de Nuestra Señora de Luján: trabajo histórico-documental, 1630-2002. 478 páginas (4a edición). Buenos Aires: Editorial Dunken. ISBN 978-987-02008-5-7. 

 Referencias

  1. Ministerio de Educación de la Nación Argentina (2001-2012). «"Día de Nuestra Señora de Luján", Patrona de la República Argentina». Efemérides Culturales Argentinas. Consultado el 6 de mayo de 2012. «Virgen representativa del pueblo argentino.».
  2. Sánchez Zinny, Eduardo F. (1934). Catálogo del Museo Colonial e Histórico de Luján. 261 páginas. Argentina: Taller de Impresiones Oficiales de la Provincia de Buenos Aires. 
  3. Vargas Ugarte, Rubén (1956). Historia del culto de María en Ibero-América: y de sus imágenes y santuarios más celebrados. Volumen 2. Talleres Gráficos Jura. 
  4. Blasco, María Elida (2002). La tradición colonial hispano-católica en Luján. El ciclo festivodel Centenario de la Revolución de Mayo. Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. pp. 49-76. http://historiapolitica.com/datos/biblioteca/blasco.pdf. Consultado el 2 de mayo de 2013. «El 8 de diciembre de 1763 quedó inaugurado el santuario a quien le cupo [...] presidir la gesta heroica de la emancipación nacional y de recibir el ruego de la casi totalidad de los próceres argentinos y no pocos de sus trofeos. (citado de la Revista Nosotros N°64, año VI, p. 26).» 
  5. a b c Instituto Belgraniano de Luján. «Cronología de Belgrano en Luján». Consultado el 2 de mayo de 2013.
  6. Comisión Post Congreso Nacional de Historia Argentina (1997). Congreso Nacional de Historia Argentina: celebrado en la Ciudad de Buenos Aires del 23 al 25 de noviembre de 1995 bajo la advocación de los 150 años de la Batalla de la Vuelta de Obligado. Volumen 1. Archivo General de la Nación (Argentina). p. 171. 
  7. Mocho (Fray) (1937). Caras y caretas 40 (2014-2021):  p. 44. 
  8. Terragno, Rodolfo (2011). Diario íntimo de San Martin. Buenos Aires: Editorial Sudamericana. ISBN 978-950-07-3363-2. http://books.google.com.ar/books?id=-o9aAlOaHvwC&pg=PT62&dq=San+Mart%C3%ADn+%22virgen+de+Luj%C3%A1n%22&hl=es&sa=X&ei=5RKDUY-LBsnx0wGhsIC4BQ&ved=0CC0Q6AEwAA. Consultado el 2 de mayo de 2013. 
  9. Martín, Eloísa (27-29 de noviembre de 1997). «La Virgen de Luján: el milagro de una identidad nacional católica». VII Jornadas sobre Alternativas Religiosas en Latinoamérica. Buenos Aires, Argentina. http://www.naya.org.ar/congresos/contenido/religion/24.htm. Consultado el 3 de mayo de 2013. 
  10. Sánchez Gamarra, Alfredo (1997). Federación de Círculos Católicos de Obreros. ed. Vida del Padre Grote (redentorista): El apóstol de los trabajadores: apóstol social cristiano, fundador de los Círculos Católicos de Obreros en la República Argentina. 326 páginas. Buenos Aires. ISBN 978-987-96548-0-4. 
  11. Arzobispado de Buenos Aires - Vicaría Episcopal de Juventud - Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular. «Peregrinación Juvenil a Pie a Luján». Consultado el 9 de mayo de 2012.
  12. Rubin, Sergio (3 de octubre de 2011). «Bergoglio llamó a defender la vida en todas sus etapas». Diario Clarín (Sociedad). Consultado el 9 de mayo de 2012. «Con más de un millón de participantes, finalizó ayer a la mañana la peregrinación juvenil a Luján, que –con semejante caudal de fieles– revalidó su condición de ser la mayor manifestación de fe del país.».
  13. Arzobispado de Buenos Aires (2005-2011). «Peregrinación Juvenil a Pie a Luján: Todos los lemas, año a año». Consultado el 9 de mayo de 2012.

Véase también

 Enlaces externos



Virgen de Luján si el vestuario
Talla sin revestir, muestra la imagen de terracota completa con 4 angelitos a sus pies.

Virgen de Lujan, revestida
Talla revestida con tela, tal como se venera tradicionalmente.
Nuestra Señora de LujánPatrona de ArgentinaPadre Jordi RiveroOtras devociónes Argentinas: Nuestra página de Argentina María del Rosario de San Nicolás
Santa María de la Pampa
Nra. Sra. de las Mercedes de
Tucumán
La pequeña imagen de arcilla cocida (terracota) apenas mide 38 centímetros
 pero es inmensa porque representa a la Madre de Dios. Tiene un aire parecido
 a las obras de Murillo. Se trata de una representación de la Inmaculada 
Concepción modelada en Brasil y
 enviada a la Argentina en mayo de
 1630. La capilla primitiva estuvo en
la casa de Don Rosendo. Un santuario
mayor y mas bello se terminó en 1685
 y el templo actual fue construido en
 el siglo XIX.
 En 1887 la imagen fue recubierta de un armazón de plata sólida pensando así
 detener su deterioro. Viste una hermosa túnica blanca y un manto azul celeste (colores de la bandera Argentina).
La Virgen es morena, de rostro
 ovalado y ojos azules. Tiene las
manos en oración junto al pecho.
 
 
Fachada de la Basílica de LujánLa hermosa basílica de Luján, fachada en reparación, feb. 2002.
foto: corazones.org
Altar de la Basílica de LujánAltar de la Basílica de Luján.
La Virgen a la derecha
foto: corazones.org
 
Detalle del altar mayor
Detalle del altar mayor de la bas
ílicafoto: corazones.org
 
 
  Como la Virgen llegó a Luján
Antonio Farías Sáa, un hacendado radicado en Sumampa (Santiago del Estero) quería colocar en su estancia una capilla para la Virgen. Le pidió a un amigo que vivía en Brasil que le enviara una imagen que representara la Inmaculada Concepción de María. El amigo le envió dos, la que le había encargado y otra de la Virgen con el Niño Jesús. Cuando llegaron, fueron colocadas en una carreta y partieron en caravana rumbo a Sumampa.
La imagen era llevada en carreta de Buenos Aires a Santiago del Estero cuando se detuvo inexplicablemente a las orillas del río Luján (67km de Buenos Aires), cerca de la casa de Don Rosendo Oramas.  Se cambiaron los bueyes y se bajó la carga, pero sin resultado. Los bueyes rehusaban cruzar el río. Entonces alguien observó las dos pequeñas cajas con las imágenes de la Virgen. Bajaron la estatua de la Virgen con el Niño sin que nada sucediera, pero cuando removieron la caja con la Inmaculada, inmediatamente los bueyes echaron a andar. Los asombrados testigos repitieron esto una y otra vez, con idénticos resultados. Así comprendieron que Nuestra Señora quería quedarse en Luján y ellos con gusto y alegría la complacieron. Pronto la noticia se propagó y llegaban numerosos peregrinos. Al principio la imagen fue llevada a la casa de Don Rosendo, quien fabricó la capilla primitiva donde se veneró a Nuestra Señora durante cuarenta años. 
Un esclavo escogido por la Virgen: Manuel
Manuel fue traído de Africa y vendido como esclavo en Brasil. Llegó al Río de la Plata a los 25 años de edad, en la misma embarcación donde venia la bendita imagen de la Virgen. Presenció el milagro en la estancia de don Rosendo y dedicó desde entonces su vida a cuidar a la Virgen de Luján.

La tradición nos dice que Manuel, recibió el don de curación con el sebo de las velas de la capilla y relataba a los peregrinos los viajes de la Santa Virgen, que salía de noche para dar consuelo a los afligidos. Con los años, don Rosendo falleció y el lugar quedó casi abandonado, pero éste hombre fue siempre fiel y continuó al servicio de la Virgen.

Doña Ana de Matos
Viuda de Siqueyras, Doña Matos tenía tierras junto al río Luján, y quería construir una capilla y llevar la imagen a su casa. En el 1671 habló con el Padre Juan de Oramas, administrador de los bienes de don Rosendo y la colocó en su casa, pero la Santa Virgen desapareció y la encontraron en su antigua capilla. Doña Ana volvió a llevar la imagen a su casa y por segunda vez regresó a la estancia de Don Rosendo.

Doña Ana consultó entonces a las autoridades eclesiásticas y civiles, quienes viajaron al lugar y examinaron lo sucedido, esta vez la Virgen fue trasladada en una devota peregrinación y en compañía de Manuel. Desde ese momento la imagen no retornó más a su antigua capilla.

Luego de confirmar la veracidad de lo sucedido, la autoridad eclesiástica, autorizó oficialmente el culto público a la "Pura y Limpia Concepción del Río Luján". Doña Ana donó el terreno para la realización del nuevo templo en el año 1677 lugar en donde actualmente se encuentra la hermosa Basílica de Luján.



Virgen de Luján
Nuestra Sra. de Luján
CONTINUACION DE "BASILICA DE LUJAN"
El milagro del Padre Pedro de MontalboEl Padre Montalbo estaba desahuciado cuando en 1684 viajó a Luján. Casi moribundo fue llevado a la capilla. El Negro Manuel le ungió el pecho con el sebo de la lámpara que ardía en el altar y le dio de beber una infusión con abrojos de los que solía desprender del vestido de la Virgen. Don Pedro sano milagrosamente y agradecido se quedó como primer capellán.
El Pueblo de LujánEl lugar empezó a poblarse con los devotos de la Virgen y tomó el nombre de Nuestra Sra. de Luján. En 1755 se le otorgó el título de Villa. La devoción y los milagros aumentaban y el 23 de octubre de 1730, Luján era instituida parroquia. El cura párroco don José de Andújar deseaba ampliar el templo y junto al Obispo Fray Juan de Arregui, iniciaron la construcción, pero esta terminó por desplomarse antes de ser  inaugurada.

 

Atrio de la basílicaTodo en Luján apunta hacia el cielo.
Atrio con la estatua de S. Vicente de Paúl
Foto: corazones.org
Don Juan de Lezica y TorrezuriNacido en Vizcaya, España, Don Juan estaba muy enfermo cuando fue curado milagrosamente por la Santísima Virgen de Luján. En agradecimiento se entregó por completo a la creación del nuevo templo y en agosto de 1754 se inicio la construcción. En 1765 se terminó felizmente la obra y los cabildantes de Luján eligieron y juraron a Nuestra Señora por celestial Reina y Patrona.
Orígenes de La Basílica Nacional de Luján Hacia el año 1872, el Arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Federico Aneiros, entregó la custodia del templo a los sacerdotes de la congregación de la Misión, conocidos como Padres Lazaristas (fundados por S. Vicente de Paúl).
En aquel entonces el Padre Jorge María Salvaire, fue herido en un viaje por los indios y estuvo al borde de la muerte. En ese momento realizó una promesa a la Santísima Virgen y milagrosamente fue sanado.

La promesa del Padre Salvaire fue, "Publicaré tus milagros..., engrandeceré tu Iglesia". En cumplimiento de este voto, publicó en 1885 la "Historia de Nuestra Sra. de Luján".
 

El sacerdote ora y bendice a los peregrinos en LujanDevotos de la Virgen escuchan al sacerdote
y reciben su bendición. La Virgen
acoge en su basílica
 
a millares de peregrinos que en continuo flujo vienen
a rezar a los pies de la Virgen.
Hemos sido testigos de la devoción
y de la buena pastoral de los padres, ahora diocesanos,
custodios de la basílica.
   
Ostensorio
 
Vitrales de Luján

Vitrales de la Basílica de Luján
Constantino y Carlos Magno

Foto
s: corazones.org
 

 
En 1889 fue nombrado Cura Párroco de Luján y dedicó su vida y esfuerzos para edificar la gran Basílica, con el apoyo de Monseñor Aneiros y la colaboración de sus compañeros de Congregación, inició la construcción de la actual Basílica Nacional el 6 de mayo de 1890. La Basílica se inauguró en el 1935. El director de la obra fue el Ingeniero Ulrico Courtois.
La grandiosa basílica, de estilo gótico, tiene preciosos vitrales.
La cripta de la basílica alberga muchos tesoros relacionados con la historia de Luján, cuenta además con hermosas réplicas de todas las advocaciones marianas de América.
Aprobación eclesiástica
La Solemne Coronación de la Virgen de Luján
El Padre Salvaire, en 1886, presentó al Papa León XIII, la petición del Episcopado y de los fieles del Río de la Plata para la coronación de la Virgen. El Pontífice bendijo la corona y le otorgó Oficio y Misa propios para su festividad, que quedó establecida en el sábado anterior al IV domingo después de Pascua. La coronación canónica se realizó el 8 de mayo de 1887.

El santuario recibió de Pío XII el título de Basílica en el año de 1930.
Juan Pablo II bendijo la imagen de Nuestra Señora de Luján el 11 de noviembre de 1995, con ocasión de la visita «ad límina» de los obispos argentinos.
El 13 de noviembre de 1998 el Papa visitó la iglesia nacional de Argentina en Roma, el primer templo de una república americana situado en la diócesis del Papa, y entronizó la imagen de la Virgen de Luján, patrona de Argentina.
Dijo el Papa:  «En la encrucijada del Tercer Milenio te encomiendo, Madre Santa de Luján, la patria argentina: las esperanzas y anhelos de sus gentes; sus familias y hogares, para que vivan en santidad; sus niños y jóvenes, para que crezcan en paz y armonía y puedan encontrar su vocación humana y cristiana; te encomiendo también el esfuerzo cotidiano y el diálogo solidario de los empresarios, trabajadores y políticos, que en la Doctrina Social de la Iglesia encuentran su inspiración más genuina».
El pontífice también suplicó a la Virgen Patrona de la Argentina que cuide al pueblo argentino, lo sostenga en la defensa de la vida, lo consuele en la tribulación, lo acompañe en la alegría y lo ayude siempre «a elevar la mirada al cielo, donde los colores de su bandera se confunden con los colores de tu manto inmaculado».
El Papa Juan Pablo II visitó la Argentina dos veces, la primera durante la guerra de las Malvinas. El Papa también fue mediador para la paz con Chile.
Para información:
Basílica de Nuestra Señora de Luján, San Martín 51 – CC 28 – 6700 Luján – Buenos Aires – Argentina.
Teléfonos: (02323)- 420058 / 421070 / 421768 . Fax: (02323) 421252.
E-mail: info@basilicadelujan.org.ar    



























Nuestra Señora de Luján
Nuestra Señora de Luján
Argentina


 Oración:

Santísima Virgen María! ¡Coronada Reina de Luján!
Concede, Santísima Virgen de Luján tu protección a este siervo tuyo
que gime en medio de este valle de lágrimas
y sólo recibe consuelo celebrando tus glorias.

Ayúdame, a fin de que después de haberte honrado en la tierra,
merezca alabarte en el Cielo.
Por los siglos de los siglos. Amén.


 

No hay comentarios: