viernes, 10 de mayo de 2013

Rictrudis de Marchiennes, Santa


Abadesa, Mayo 12
 
Rictrudis de Marchiennes, Santa
Rictrudis de Marchiennes, Santa

Abadesa

Martirologio Romano: En el monasterio de Marchiennes, en la región de Cambray, en Austrasia, santa Rictrudis, abadesa, quien, después de la violenta muerte de su esposo Adalbaldo, tomó el santo velo religioso por consejo de san Amando, gobernando con gran acierto a sus monjas en ese monasterio (c. 688).
Santo Rictrudis nació cuanto en Gascuña (Francia) en el 612 de una familia tan rica como devota. En joven edad tuvo como director espiritual San Amando de Maastricht, desterrado justamente a aquella región por el rey Dagoberto, a quien condenó su conducta licenciosa.

Amando vivió en aquel período como huésped de la familia de Rictrudis y desde este lugar el santo francés emprendió la obra de evangelización en Gascuña. Otro noble francés, San Adabaldo, solía visitar aquella casa, ganándose el favor del rey Clodoveo II y logrando, a pesar de la oposición de los aristócratas gascones, que Rictrudis sea su esposa. Los dos fueron a vivir cerca a Ostrevant, en la región de Flandes, y tuvieron cuatro hijos, también todos ellos venerados como santos: Adalsinda, Clotsinda, Mauronto y Eusebia.

Amando los visitaba frecuentemente, ellos llevaban una vida "Devota y encantadora", como afirma su biógrafo. Sin embargo esta feliz existencia no estaba destinada a durar y en el 652 Adabaldo fue asesinado por gascones, presumiblemente todavía hostiles a la boda celebrada con Rictrudis. Mereció así ser mencionado como mártir, aunque su conmemoración, el 2 de febrero, en honor a la verdad ya no está incluida en el Martirologio Romano.

A causa de la trágica desaparición del marido, Rictrudis expresaron el deseo de hacerse monja, pero Amando le aconsejó esperar todavía, al menos hasta que su hijo Mauronto tuviera edad suficiente como para ser introducido en la vida de la corte.

Clodoveo II tenía otros proyectos para ella, pensaba entregarla como esposa de uno des protegidos. Amando logró dichosamente persuadirlo a dejarla libre y así ella pudo felizmente ir a Marchiennes, donde fundó un monasterio masculino y uno femenino. Fue abadesa de él por muchos años y las suyas dos hijas mayores, Adalsinda y Clotsinda, fueron también monjas en ese monasterio.. Más tarde también ingresó Mauronto. La primera hija murió joven, mientras en cambio la segunda fue la sucesora como abadesa cuando Rictrudis murió en el 678. La última hija, Eusebia, vivió con la abuela.

Esta familia, incluida toda en la gloria de los altares, no es más que uno de los muchos casos parecidos verificados en los dos mil años de cristianismo. Santo Rictrudis es conmemorado por el Martirologio Romano al 12 de mayo.



Santa Rictrudis, abadesa
fecha: 12 de mayo
n.: c. 614 - †: c. 688 - país: Francia
canonización: culto local
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En el monasterio de Marchiennes, en la región de Cambray, en Austrasia, santa Rictrudis, abadesa, que, después de la violenta muerte de su esposo Adalbaldo, tomó el velo religioso por consejo de san Amando y gobernó con gran acierto a sus monjas en el citado monasterio.

La familia de santa Rictrudis era una de las más ilustres de Gascuña. Los padres de la santa eran tan devotos como ricos. Cuando niña, Rictrudis conoció en la casa de su padre al que, con el tiempo, habría de ser su director espiritual: san Amando, a quien desterró el rey Dagoberto por haberle echado en cara su conducta licenciosa. El santo prelado evangelizaba entonces la Gascuña, cuyos habitantes eran todavía paganos. Más tarde, los padres de Rictrudis recibieron a otro ilustre personaje, Adabaldo, noble francés que gozaba del favor del rey Clodoveo. Los padres de la joven le concedieron la mano de su hija, a pesar de la oposición de los que veían con malos ojos toda alianza con los francos. Adalbaldo se transladó con su esposa a Ostrevant de Flandes. Dios los bendijo con cuatro hijos: Mauronte, Eusebia, Clotsinda y Adalsinda, destinados también a alcanzar el honor de los altares.

Al término de su destierro, san Amando pasaba algunas temporadas con sus antiguos amigos, cuya vida santa y feliz describió en términos idílicos, en el siglo X, el biógrafo de santa Rictrudis. Después de dieciséis años de matrimonio, Adalbaldo fue asesinado en Gascuña por algunos parientes de su esposa que nunca le perdonaron su matrimonio con ella. Fue un golpe terrible para santa Rictrudis, quien decidió entrar inmediatamente en el convento; pero san Amando le aconsejó que esperase hasta que su hijo pudiera establecerse en la corte. La dilación provocó más tarde serias dificultades a santa Rictrudis, pues el rey Clodoveo II, al verla tan rica y atractiva, determinó casarla con uno de sus favoritos. En tales casos, los deseos del rey eran órdenes. Santa Rictrudis se defendió en vano; pero al fin san Amando persuadió al monarca de que dejase a su protegida seguir su vocación. Santa Rictrudis se trasladó entonces a Marchiennes, donde fundó un monasterio para hombres y otro para mujeres; en éste último recibió el velo de manos de san Amando.

Sus dos hijas menores, Clotsinda y Adalsinda, la siguieron al convento, en tanto que Eusebia fue a vivir con santa Gertrudis, su abuela paterna, en Hamage. Tras de pasar algunos años en la corte, Mauronte determinó también abandonar el mundo; recibió la tonsura en Marchiennes, en presencia de su madre. Adalsinda murió joven. Clotsinda sucedió a santa Rictrudis en el gobierno del convento. Santa Rictrudis murió a los sesenta y seis años de edad.

Hubaldo de Elnone, que escribió la vida de santa Rictrudis el año 907, trató de exponer realmente la verdad histórica, a pesar de que casi todos los documentos se habían perdido cuando los normandos saquearon e incendiaron Marchiennes, en 881. Ver el admirable estudio que hizo sobre el tema L. Van der Essen, en Revue d'histoire ecclésiastique, vol. XIX (1923), sobre todo pp. 543-550, y Etu.de Critique... des Sainls Mérovingiens (1907, pp. 260-267) del mismo autor. La biografía de Hubaldo y otros documentos se hallan en Acta Sanctorum, mayo, vol. III. W. Levison, en Monumenta Germaniae Historica, Scriptores Merov., vol. VI, reeditó únicamente el prólogo. Algunas veces se confunde a Santa Rictrudis con Santa Rotrudis; se venera a esta última en Saint-Bertin y Saint-Omer, pero no sabemos nada de su vida.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
 

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